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San Luis, Veracruz y Juárez, tres historias de enredos

El Torneo Apertura 2019 de la Liga MX, el primero con 19 equipos desde el Torneo Verano 2002, le da la bienvenida a “tres” nuevos clubes con historias enredadas por detrás y que confirman el manoseo y el nomadismo de los equipos en México. Hablo del ascendido Atlético San Luis, los nuevos Bravos de Juárez que hasta hace unas semanas eran Lobos BUAP, y el “renovado” Veracruz que tras pagar 120 millones de pesos seguirá en Primera División con cociente porcentual limpio.

Remontemos nuestra memoria a 2013, año donde suceden múltiples mudanzas de clubes que cambian la geografía del futbol nacional. A pesar del descenso deportivo del Querétaro, Amado Yáñez -entonces dueño del club y de Oceanografía, empresa que defraudó por 400 millones de dólares a Banamex-, compra la franquicia de Jaguares de Chiapas para permanecer en Primera. En respuesta, los hermanos López Chargoy mudan al San Luis FC a Tuxtla Gutiérrez para ser los “nuevos” Jaguares, quienes jugarían en Primera hasta 2017.

2013 también es el año en que el político y empresario Fidel Kuri Grajales muda a los Reboceros de La Piedad, equipo recién ascendido, a Veracruz. Sin embargo, ya existía otro Veracruz en el Ascenso, propiedad del Gobierno estatal, cuyo futuro deportivo era incierto tras la llegada del nuevo inquilino de Primera División. Así pues, se vende esa franquicia al empresario potosino Jacobo Payán Latuff, quien lo funda como Atlético San Luis con el respaldo financiero del Atlético de Madrid.

Todo este enredo llevó a varias situaciones curiosas. Los Jaguares de Chiapas “originales”, que a su vez eran los Freseros de Irapuato que ascendieron en 2000 y jugaron los primeros seis meses de 2002 como Tiburones Rojos del Veracruz, son ahora los Gallos Blancos propiedad de Grupo Empresarial Ángeles.

Otra curiosidad es que aquel Veracruz comprado por la familia Payán eran los Albinegros de Orizaba -cuyo dueño era Fidel Kuri- de 2008 a 2011. En ese 2011, el Veracruz que descendió tres años atrás desaparece por deudas que no pudo saldar su entonces dueño Mohamed Morales, y el gobierno de Veracruz encabezado por Javier Duarte le compra a Kuri sus Albinegros para convertirlos en los Tiburones Rojos que ahora son el Atlético San Luis. Sin embargo, Kuri compra a La Piedad ese mismo año y se lleva a los jugadores y cuerpo técnico que tenía en Orizaba, una base que ascendería dos años después para volver a Veracruz.

En el caso de los Bravos de Juárez, hacen su debut en la Liga MX tras cuatro años infructuosos de intentar el ascenso por medios deportivos mediante la compra de Lobos BUAP. La franquicia surgió en 2015 tras una ampliación de equipos en la Liga de Ascenso de 14 a 16 equipos, y es propiedad de Alejandra de la Vega, empresaria chihuahuense quien también fue presidente de las desaparecidas Cobras de Ciudad Juárez que jugaron en Primera División entre 1988 y 1992.

Por cierto, esas Cobras fueron adquiridas por la familia De la Vega y las mudaron en 1987 de Querétaro, donde surgieron las “Cobras” originales en 1983, fundadas por Televisa como equipo para enviar descartes y jóvenes promesas del América, además de justificar la construcción del Estadio La Corregidora para el Mundial México 1986.

Los actuales Bravos no tienen nada que ver con otro club de la ciudad, los Indios de Ciudad Juárez, quienes militaron de 2008 a 2010 en el máximo circuito, y desaparecieron a inicios de 2012 tras las deudas del dueño Francisco Ibarra. 

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