Ideas

- Mercado Libertad

Tiempos hubo, señor Don Simón, en que el Mercado Libertad era, a la par con la Catedral y muy por encima del entonces Hospicio (hoy Instituto) Cabañas, Los Arcos o la Glorieta Minerva, uno de los sitios no solo más emblemáticos sino más atractivos de Guadalajara.

Más allá de la oferta de artesanías -huaraches, sombreros, sarapes, loza, dulces típicos...- y de una zona de fondas siempre limpia y pletórica de aromas seductores, el edificio en sí mismo, hermoso, amplio y ordenado, era un portento arquitectónico. Era común la presencia de caravanas de turistas, nacionales y extranjeros, afanados en buscar las mejores composiciones de mercancías -desde objetos admirables hasta frutas de temporada- con puestos, pasillos, escaleras y columnas, para convertirlas en recuerdos o tarjetas postales.

-II-

Lamentablemente, aquel portento de creatividad con que el arquitecto Alejandro Zohn dignificó en grado superlativo, a mediados del siglo pasado (fue inaugurado el 30 de diciembre de 1958), uno de los sitios más emblemáticos de Guadalajara, no supo envejecer. El hermoso mercado fue víctima del crecimiento en la demanda de sus mercancías, la avaricia de los locatarios, la tibieza y miopía de las autoridades... y, en fin, de su propia fama.

Su crecimiento brutal e incontrolable derivó en su gradual degradación y deterioro. Los pasillos fueron invadidos por infinidad de puestos adicionales, en detrimento de la seguridad, el orden y el decoro del inmueble, e incluso de la comodidad de los visitantes. El comercio de mercancías de procedencia ilícita, robada, falsificada o adulterada, se volvió práctica generalizada, y ocasionó que mil veces fuera objeto de faramallescos operativos de la autoridad, con las consiguientes requisas y clausuras... que, por lo demás, nunca desterraron tales prácticas.

-III-

Como quiera, tuerto o derecho, el Mercado Libertad ha sido centro de abastos y modus vivendi de varias generaciones de tapatíos. El incendio ocurrido ayer afectó, según las estimaciones iniciales, el 25% del inmueble. A diferencia de lo sucedido con el Mercado Corona, afectado en su casi totalidad (el 90%, se dijo entonces) por el incendio de mayo de 2014, es probable que locatarios y autoridades convengan en subsanar los daños de cualquier manera, con tal de evitarse los gastos y molestias que exigiría su reconstrucción integral.

Colofón: Contra el buen deseo de que el Mercado Libertad, como el Ave Fénix, resurja -literalmente- de sus cenizas, quienes atesoran en la memoria imágenes, olores y sabores, se quedarán -¡snif..!- con las ganas de revivirlos.

jagelias@gmail.com

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