Sálvese quien quiera
A un año cuatro meses de que los gobiernos tanto federal como de Jalisco iniciaron sus respectivas estrategias para tratar de frenar los contagios por el coronavirus, con los cierres de negocios y actividades en un principio, tal parece que hoy en ambos casos la línea es “Sálvese quien quiera”, y quien no quiera que afronte las consecuencias.
En un principio, cuando todos estábamos expuestos al virus y éste empezó a atacar a los segmentos y personas con problemas en el sistema inmunológico y los envió al hospital y en muchos casos a la tumba, el mayor temor de las autoridades tanto nacionales como locales era que la capacidad en los hospitales se viera rebasada y la gente empezara a morir en las calles sin posibilidad de atención como ocurrió incluso en algunos países europeos al principio de la pandemia.
Imágenes aterradoras.
Aunque con muchas limitaciones, y cobrando muchas vidas que quizás se hubieran podido salvar, las estrategias parecieron funcionar, no hubo saturación, y a pesar del elevado número de contagios y muertes salimos adelante.
Hoy las cosas han cambiado.
A pesar de que nos encontramos en una tercera oleada de la pandemia, donde el virus es mucho más rápido y contagioso, hay un nuevo factor que está jugando en contra de la multiplicación de contagios: las vacunas.
De acuerdo a la información oficial de cada diez personas internadas hoy en hospitales por Coronavirus nueve no han recibido ni una sola dosis de vacunas. De alguna forma aquellos que tienen por lo menos una dosis o la están librando o las afectaciones al verse contagiados son menores y no requieren hospitalización.
Lo que llama la atención es conocer quiénes son los que no se han vacunado.
Están, desde luego, los grupos de edad jóvenes que por ejemplo en Jalisco aún no han sido convocados. Apenas ayer, y muy fugaz y brevemente, ya se otorgaron las primeras citas para mayores de 18 años en la Zona Metropolitana, en la Gran Guadalajara.
Pero también están aquellos que por edad a pesar de haber sido convocados para la vacunación o se han negado a recibirla por una cantidad de teorías fantásticas y conspiracionistas donde hasta alienígenas están involucrados, hasta aquellos que dejaron pasar la convocatoria o de plano el día de la cita no se presentaron. Tuvieron algo más importante qué hacer.
En esos casos como diría el clásico: “Ni cómo ayudarlos”.
Son personas que consciente o inconscientemente no han querido recibir la vacuna.
No se salvan porque no quieren
Y eso explica la nueva estrategia de los gobiernos de ya no hacer más cierres ni mayores afectaciones económicas. Si más de la mitad de la población en edad de merecer no han recibido la vacuna no se puede imputar a las autoridades.
Y por lo tanto hoy aplica la lógica de que se está salvando del virus aquel que quiere, y el que no, pues no.
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