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Russell y Verstappen dominan el espectáculo en Las Vegas

La segunda edición nocturna del Gran Premio de Las Vegas nos brindó un espectáculo de primer nivel con actuaciones sobresalientes de varios protagonistas, siendo Russell y Verstappen, los más destacados. El primero por llevarse la pole y sumar su tercera victoria en la máxima categoría y el segundo, por alcanzar un cuarto título de pilotos consecutivo, ingresando al selecto grupo que ahora comparte con Prost y Vettel.

George Russell aprovechó la notable mejora de rendimiento del Mercedes W15 para llevarse la posición de privilegio en la calificación, superando a los ultra veloces Ferrari de Sainz y Leclerc, al resucitado Red Bull de Verstappen, a un sorprendente Gasly en el Alpine y a los disminuidos McLaren de Piastri y Norris.

Cun una arrancada perfecta, Russell controló los embates de Leclerc hasta la vuelta 7 y de Sainz -que intercambió posiciones con su compañero después de que el monegasco degradó sus  neumáticos intermedios prematuramente-, hasta su parada en la vuelta 13 por el primer juego del compuesto duro, cediendo la punta momentáneamente a Hamilton y recuperándola una vuelta después.

Con un colchón superior a los 11 segundos después de su segunda detención en el giro 33, administró el segundo juego de neumáticos duros al tiempo que Hamilton se convirtió en el hombre más rápido, estableciendo vueltas rápidas consecutivas en su persecución, que lo acercaron a 4.9 segundos de su compañero para la vuelta 46 de 50, hasta que experimentó una salida de pista que lo obligó a bajar el ritmo.

George se llevó la bandera de cuadros de punta a punta, la mala calificación de Lewis le arrebató la posibilidad de pelear por la victoria 105 de su exitosa carrera. La increíble demostración de manejo sobre piso mojado que Verstappen nos regaló en Brasil dejó en claro que aun cuando el RB20 dejó de ser el mejor auto, Max sigue siendo el mejor piloto de la parrilla.


Los desastrosos resultados de los RB20 en las prácticas del viernes produjeron diversos comentarios, siendo el más desafortunado de ellos el de Helmut Marko, al declarar que “habían olvidado los alerones correctos”. Es evidente que el presupuesto anual del equipo está prácticamente ejercido, al reducirse en un 10% por la penalización recibida al exceder el mismo hace dos años, aunado a la reducción en la  utilización del túnel de viento.

El mal cálculo del tiempo que perdían en las largas rectas comparado con el que pretendían ganar en la zona de curvas obligo a los de Woking a improvisar, recortando las esquinas superiores al alerón trasero del auto de Verstappen buscando reducir la carga aerodinámica. El resultado fue sorprendentemente favorable y Max logró colocarse 5º en la calificación.

Verstappen, sabedor de que debía terminar por delante de Norris, manejó con cautela e inteligencia, evitando involucrarse en duelos innecesarios y cerrando la competencia en la quinta posición, necesaria para amarrar el cuarto título consecutivo de su brillante carrera, seguido por Norris que sufrió con la estabilidad de su McLaren durante el fin de semana.

Haber logrado el título a pesar de la fractura que sufrió el equipo con la salida de Adrian Newey y otros ingenieros clave en el primer tercio de la temporada fue posible gracias a la decisión de concentrar el presupuesto en favor del estilo de manejo de Max, una decisión comprensible que afectó severamente a Pérez. Los 152 puntos obtenidos por el tapatío representan únicamente el 27.38% de los puntos acumulados por Red Bull.

Los 10 pilotos que terminaron en los puntos trabajaron duro para obtener sus respectivas posiciones. Las actuaciones de Hamilton, Sainz y Pérez merecen mención especial. Hamilton manejó con el corazón encendido y el pie a fondo en el acelerador, deseoso de culminar su carrera con el equipo que le dio seis
de sus siete títulos, por la puerta grande. La evidente mejora de Mercedes le brindará dos oportunidades más en Qatar y Abu Dabi. Será un privilegio atestiguar el final de la alianza equipo/auto/piloto más productiva en la historia de la Fórmula 1.

Caso similar es el de Sainz, que creció enormidades como piloto a partir de ser notificado de su salida de Ferrari. El madrileño corrió con furia y demostró que tiene la velocidad y calidad necesarias para competir en un equipo de primer nivel. Su llegada a Williams favorecerá el desarrollo del auto en cara al reglamento que entrará en vigor en 2026. Checo tuvo una meritoria actuación a pesar de su pobre calificación, producto de la inestabilidad de su auto en curvas lentas y frenada. El equipo copió la modificación efectuada al auto de Max el día anterior y el resultado fue evidente. Su ritmo de carrera se acercó a dos décimas del de los punteros.

El tapatío fue protagonista del mejor rebase del Gran Premio al superar en la misma curva a Magnussen y Lawson. De no haber sido por la primera parada tardía a fosos, hubiera tenido la oportunidad de pelear por la séptima posición. El próximo fin de semana se correrá la penúltima carrera de la temporada en Qatar. A pesar de estar decidido el campeonato de pilotos, aun puede haber sorpresas en el de constructores.

Ferrari se encuentra a tan solo 24 unidades del liderato de McLaren. El espectáculo culminará hasta Abu Dabi, el 8 de diciembre.
 

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