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Rocha y la quemazón por el caso Zambada

Con la revelación de la protección oficial que daba un comandante de la Fiscalía General de Sinaloa (FGS) a Ismael “El Mayo” Zambada, el “zambadazo” sigue creciendo como bola de nieve y al que más ha metido en apuros es al gobernador morenista de aquel estado, Rubén Rocha Moya, quien ayer volvió a negar cualquier vínculo con cofundador del cártel de Sinaloa y se deslindó de la infiltración delincuencial a la Fiscalía argumentado que es independiente y él no tiene injerencia.

José Rosario Heras López, a quien “El Mayo” mencionó en su carta del sábado pasado, como encargado de su seguridad, junto con Rodolfo Cháidez, y que llegaron con él a la presunta cita para arreglar las tensiones políticas entre el gobernador sinaloense y el ex alcalde de Culiacán, Héctor Melesio Cuén Ojeda, por el control de la Universidad de Sinaloa, de la que ambos fueron rectores, se desempeñaba desde hace 10 años como comandante de la Policía de Investigación de la FGS, en la zona donde Zambada tenía su búnker.

En la controvertida carta que emitió el abogado de “El Mayo” Zambada, en la que el capo presuntamente da su versión en la que asegura que fue traicionado por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, denuncian que desde el día que se lo llevaron a Estados Unidos, no se sabe nada del paradero de Heras López ni de Cháidez. Desapariciones que fueron confirmadas ayer por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera al informar que autoridades estatales y federales ya realizan labores para su búsqueda. 

Aunque la presunta carta de “El Mayo”, que por cierto no está firmada, avala la versión del Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, en el sentido de que no participaron agentes ni pilotos de Estados Unidos en su traslado a suelo americano, un video publicado ayer por la Fiscalía de Sinaloa del momento del ataque mortal a Cué, pone en entredicho la versión de Zambada, de que el diputado electo por la alianza PAN-PRI-PRD había sido asesinado en el mismo lugar donde el hijo de El Chapo le habría tendido la trampa para someterlo y llevarlo a EU. En el video, se ve que la agresión ocurre en una gasolinera que habían informado las autoridades, aunque no parece un asalto como sostienen, sino un ataque directo que podría ligar su crimen el mismo 25 de julio, efectivamente, al caso Zambada. 

Lo cierto es que la seguridad que le daban funcionarios de la Fiscalía de Sinaloa a “El Mayo” prueba que el control del cártel hacia los gobiernos locales nunca dejó de existir y siempre supieron de su ubicación en la localidad de “El Salado” sin que nunca hubieran hecho el intento de detenerlo en sus 50 años de carrera delictiva, hasta que vino la traición de uno de los Chapitos.

Desde luego, este nuevo elemento de complicidad delincuencial seguirá haciendo crecer la desconfianza mutua entre los gobiernos de México y Estados Unidos.

jbarrera4r@gmail.com

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