Revolución mexicana
Hoy es un día memorable en el cual se conmemora con mucho entusiasmo una revolución inconclusa, y en muchos aspectos también en retroceso.
Ciertamente hubo quienes soñaron ese “cielo nuevo y nueva tierra” que Dios promete a todos los habitantes de este planeta, pero que los humanos nos empeñamos en estropear.
La Patria soñada y la libertad anhelada, a menudo se encuentra obstaculizada por mil y un condicionamientos.
Por eso hace falta volver a soñar en una nueva revolución al estilo de Dios, donde la dignidad de cada uno sea lo más importante, donde todos podamos vivir felices.
Y todo esto depende de todos: de ti, de mí, de cada uno. Entre todos podemos hacerlo, y comenzando desde El Informador, porque eso es lo más importante y lo que Dios pide a cada uno.