Renovémonos
Aun cuando la primavera comienza formalmente el 21 de marzo, en Guadalajara se inició los días previos al miércoles de ceniza. Con los anuncios premonitorios de su arribo, la estación más hermosa del año nos invita a renovar nuestras ilusiones. La clara ciudad se va vistiendo con sus tonos morados, los altares se cubren de luto, las campanas callan y los templos convocan, en su soledad, al recogimiento, la reflexión y a rogar el perdón de nuestros seres amados y de aquellos a quienes lastimamos de palabra, obra u omisión. Las jacarandas, las primaveras y los tabachines en plena floración, el cielo azul y un sol radiante que acaricia nuestros rostros nos recuerdan lo hermosa que es la vida. Las azaleas, gardenias, alcatraces, siemprevivas y astromelias, entre muchas otras flores, nos comparten sus formas, colores y aromas; y en un canto a la alegría, las aves, en medio de cabriolas, construyen sus nidos en este maravilloso e interminable viaje del que solo los humanos tenemos conciencia. La naturaleza, en su ilimitada sabiduría, nos enseña que todo es armonía. Sin esta, no habría poesía, ni música, ni paz, ni nada. Las bellas artes no existirían, la democracia y la justicia serían utopías; la sociedad, masa y los seres humanos, algoritmos. El amor y la amistad serían substituidos por el odio, el resentimiento, la discordia y el alejamiento.
Es de probado conocimiento que nuestros estados de ánimo son influidos por el medio ambiente. El incremento de la temperatura en los últimos días presagia meses ardientes. Se avecina un verano extremo. De la misma manera, el clima político tiende a calentarse. Es probable que, en su obsesión por conservar el poder, López Obrador, haciendo uso de la fuerza y de los recursos del Estado, transgreda los límites de la sensatez y la cordura: las palabras del Presidente así parecen indicarlo. Es ley física, la tercera de Newton, que una acción, en determinado sentido, genera una reacción en el sentido inverso, de la misma o de mayor intensidad, lo cual permite el equilibrio. Sin embargo, cuando este se rompe, las consecuencias pueden ser devastadoras.
Ayer, miles de tapatíos de todas las condiciones sociales, géneros, creencias y edades nos reunimos en la Plaza de la Liberación para decir “¡NO!” a las reformas del INE. Hoy, frente al albazo perpetrado el miércoles pasado desde la Presidencia -aprobación del “Plan B” por el Senado de la República-, los mexicanos estamos obligados a apoyar a la Suprema Corte de Justicia para defender el último reducto de nuestra democracia. Salta a la vista que los próximos procesos pre y electorales estarán llenos de riesgos. Seamos prudentes.
Hagamos lo que debemos. ¿Cuántas veces hacemos o dejamos de hacer algo que luego cargamos, dolorosamente, en nuestro viacrucis?: palabras mal dichas, emociones mal procesadas, sentimientos confundidos. Defendamos a nuestras instituciones y nuestros derechos. No hay mañana. Renovemos nuestro espíritu, llenemos de bendiciones al Creador y recibamos a la primavera cantando el Himno de la Alegría (Novena sinfonía de Beethoven).