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Remesas ¿bajo la lupa?

Ahora que por segundo año consecutivo volvió a aparecer Jalisco como la entidad del país que más dinero recibe por las remesas que envían los mexicanos que viven en Estados Unidos, bien harían las autoridades no sólo en festejar y atribuirse este tema como un logro como lo celebran tanto el gobierno estatal como el federal, sino atender los señalamientos que hacen expertos de la posibilidad de que los envíos de dinero formen parte también de los procesos de lavado de dinero por parte de la delincuencia organizada.

De acuerdo con el último corte del Banco de México (Banxico), hasta septiembre habían llegado a la entidad 3 mil 826 millones de dólares, superando a Michoacán, que es segundo lugar con 3 mil 610 millones de dólares, faltando contabilizar aún lo que se acumule en este último trimestre del año.

Este dinero llega prácticamente a todos los municipios de la entidad, pero la mayor captación se da en Guadalajara, a donde en este lapso se enviaron 464.1 millones de dólares, que la ubica como la segunda ciudad que más dinero americano recibe, sólo apenas 80 millones de dólares abajo que Tijuana que es la número uno con 544.5 millones de dólares. 

Destacan también otros municipios metropolitanos como Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá. Del interior del estado los que más reciben son Tepatitlán de Morelos, Ameca, Lagos de Moreno, Puerto Vallarta y La Barca. 

Aunque el Consejo Nacional de Población (Conapo) y la Fundación BBVA plantean en su Anuario de Migración y Remesas 2021 que los envíos de dinero a las distintas comunidades urbanas y rurales se destinan a cubrir necesidades básicas como comida, vestido y salud, especialistas en lavado de dinero que observan un incremento de remesas en municipios de “intensidad migratoria baja” advierten de la posibilidad que tras esas transferencias monetarias esté la mano del crimen organizado para blanquear dinero ante el cierre que hubo de las fronteras por la pandemia. El dato que esgrimen es que las remesas a México subieron en el 2020 pleno año de la pandemia y del crecimiento de los índices de desempleo en Estados Unidos al pasar de 36 mil 439 millones de dólares en 2019 a 40 mil 605 millones de dólares el año pasado y que se calcula que este año se podría cerrar por arriba de los 49 mil millones de dólares.

Por todo esto no nos vendría nada mal que las autoridades hagan un ejercicio de seguimiento de estos flujos e investiguen si operan en Jalisco y en México reclutadores de personas en ambos lados de la frontera, para que presten sus identidades y se les envíe el dinero a cambio de un pequeño porcentaje de comisión. No hacerlo sería seguir dejando el camino libre para que con todo este sigilo los grupos delincuenciales sigan amasando grandes fortunas para aumentar su poder corruptor y de fuego.

jbarrera4r@gmail.com

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