Regresar a la normalidad
Una pregunta que nos hacemos mucho, es si algún día volveremos a las cosas a como estaban antes, es decir a dejar atrás el cubrebocas, la sana distancia, el temor a enfermarse o a estar obligados a vacunarnos.
En realidad vivimos con la incertidumbre, además de que en cualquier momento, unas nuevas variables pueden surgir y cambiarnos todos los pronósticos que podemos elaborar ahora.
¿Quién iba a imaginar, que para ingresar a un país necesites el certificado de vacunación o que para continuar con tu empleo, te obligan a ponerte una vacuna?
Lo que parecía un mundo bizarro, hoy se ha transformado en nuestra normalidad, a la que muy pronto nos estamos acostumbrando.
Ahora sí que se vuelve a demostrar que: los que mejor sobreviven a los cambios, no son los más fuertes o los más inteligentes, sino los que mejor se adaptan.
Los que añoran el mundo de antes de la pandemia son, de alguna manera, los que menos se han podido adaptar a las nuevas circunstancias. Se les va dificultando tener que vivir con las limitaciones y exigencias de esta nueva etapa de nuestras vidas.
Ciertamente, lo que estamos viviendo no es lo normal, pero ahora lo normal es lo que estamos viviendo, si me permiten este juego de palabras.
Ya es un nuevo estilo de vida al que nos hemos de adaptar. Y no sabemos si volveremos a lo de antes, o sólo algunas formas y otras nunca, pues nuestras vidas no volverán a ser las mismas.
Los optimistas dicen que sí, que muy pronto regresará a la normalidad, en cambio los negativos, con una visión complotista, dicen que es apenas el comienzo de cosas peores y más difíciles.
Como quiera que sea y según la postura que se desee tomar, estamos ante cambios muy importantes de nuestro usual estilo de vida. Así que es tiempo de adaptarse y proseguir, o de lo contrario se corre el riesgo de hundirse en la nostalgia.