Reforma educativa y discapacidad
Como es por todos conocido, AMLO, Presidente electo, ha tomado la decisión de nombrar como futuro Secretario de Educación Publica al Lic. con maestría en economía, Esteban Moctezuma Barragán, político mexicano que en el sexenio del Lic. Ernesto Zedillo Ponce de León ocupó dos secretarías, Gobernación y Desarrollo Social, respectivamente. En muchos sentidos a Moctezuma Barragán le ha tocado dirigir la institución MÁS IMPORTANTE para el futuro de México, aquella que debe garantizar una educación moderna y de altísima calidad para que México se convierta en una nación justa y con progreso sostenido.
A sus 63 años, con experiencia adquirida, con sensatez y madurez, el Lic. Moctezuma será el encargado de revisar primero, organizar después la indispensable Reforma Educativa que deberá convertirse en la plataforma de despegue de una ansiada meta, contar con sistemas educativos modernos y justos para todos aquellos niñas y niños que aspiran a base de estudios contar con la herramienta del conocimiento y ascender en las escalas sociales, meta que será alcanzada gracias a la enseñanza responsable y de calidad de quienes son los artífices de esta indispensable tarea: LOS MAESTROS.
Una vieja pero elocuente frase dice que “un país sin cultura va a la desaparición”, tal reflexión, aplicada a nuestro actual entorno, no tiene el acento de la exageración, analicemos las condiciones por las que pasa México en cuanto a violencia y corrupción, amén de otras acechanzas y concluiremos que corremos el riesgo de desaparecer como una nación segura, libre y en paz. Un mexicano lee dos libros por año, un japonés nueve en el mismo periodo.
Sin embargo, tampoco será justa y de calidad una educación que no tome en cuenta los derechos a la educación que tienen las y los niños con discapacidad y es en este punto donde el Lic. Moctezuma debe dirigir todos sus esfuerzos para lograr la inclusión de estas ante todo personas.
En este tema la gran deudora de justicia ha sido la discriminación, originada desde la falta de preparación de los maestros en el tema, tema que por cierto ha logrado grandes avances que dominado y aplicados a las niñas y niños hacen más viable su inclusión y en consecuencia, su rehabilitación.
La educación da la oportunidad de “adivinar el futuro” al estudiante, la exclusión cancela toda expectativa al respecto. En la reforma educativa falta suscribir el compromiso de comunicar, tener presente, acompañar, denunciar y atender las principales necesidades del colectivo de la discapacidad. Si la reforma educativa no contempla no tratar el tema a fondo y conceptualmente se estará cometiendo un crimen con las niñas y niños mexicanos, el crimen de dejarlos morir en soledad.
El viaje educativo que les espera al colectivo de la discapacidad puede ser de tres categorías: ignorado, sólo acompañado o perfectamente asistido, esto último se logrará cuando todos sean incluidos y asesorados profesionalmente. Recordemos a Mahatma Gandhi cuando afirma: “no habrá jamás igualdad mientras que alguien se sienta inferior o superior a los demás. Entre iguales no debe existir la condescendencia”.
Por principio de cuentas habrá que reconocerlo, no vivimos en un país donde los sistemas educativos tengan la calidad de excelencia. Empezar por dejar en el olvido ese pobre concepto de inclusión que se maneja en el sistema educativo actual, será un buen principio.