Recuerdos vivos y forzados
Esta semana he revivido muchas ideas y sueños, como cada ocasión que se presenta la cada vez más tumultuaria FIL, nuestra querida Feria Internacional del Libro, obra del licenciado, ya fallecido, pero mejor recordado que cuando vivía, que era muy criticado. Los encargados dieron el nombramiento de presidente de ésta al Lic. Trinidad Padilla, lo que me pareció muy bien, ya que en mi experiencia personal siempre tuve al actual presidente de la feria por más cercano a los libros -por lo menos comentados conmigo- que Raúl su hermano, por eso creo fue buena designación y le deseo el éxito que seguro tendrá.
Por otra parte, se despidió de su puesto de gobernador el Ing. Enrique Alfaro Ramírez, de quien no puedo negar soy fan porque fue un gobernador, aunque cuestionado, para mí muy divertido y fui y soy su seguidor incondicional, aunque nunca me hizo caso. Recuerdo cuando iba a independizar a Jalisco y yo adopté el movimiento y propuse apoyarlo, pero luego me dejó colgado de la brocha y él se olvidó del tema y yo ya había invitado a la separación a unos distinguidos colegas colimenses para que se adhirieran y algún guanajuatense ya se había apuntado a la “JTA Jalisco Ta Askatasuna” por establecer una Nueva Nueva Galicia y anduve buscando una chica para que supliera lo del rey de doña Ticha de “el rey es mi gallo, por un Enrique es el mío”; pero nos dejó colgados y ahora creo se va a dedicar al fut y ese sí, soy su seguidor pero chiva no, porque yo sí sé leer y escribir, cosa que no sucede con los partidarios del campeonísimo. Pues deja el gobierno en manos del ultra mega súper popular Pablo Lemus, que no sé por qué partido vaya, porque él alguna vez me dijo que los partidos fuchi caca, que lo que les pedía les apestaba, pero eso fue hace mucho. Aunque le deseo le vaya bien porque mejoraríamos todos.
Otro que está quedando superbién es el nieto de mi general García Barragán -muy querido por estos rumbos y malquerido en la gran Chilangostlán-, Omar García Harfuch, a quien la presidenta Claudia Sheinbaum -sin el beneplácito del desaparecido presidento Andrés López Obrador, que al parecer no lo quería mucho que digamos-, lo nombró secretario de Seguridad y aunque parezca raro está haciendo muy buen papel. No sé si se acuerde que presidento y presidenta habían dicho que aquí no se producía fentanilo (que es una droga), que quienes decían eso eran los remalditos conservadores hijos del siete de bastos que se aliaron con los españoles (que no han pedido perdón) para derrocar a los aztecas, que eran buenas gentes y que fueron a Austria, donde nos mandaron un emperador y se llevaron un penacho que, por cierto, no han devuelto. Pues don Omar empezó a agarrar más de una tonelada de fentanilo y está bajando de verdad la criminalidad, porque echando mentiras ya lo había hecho.
@enrigue_zuloaga