Rechazo generalizado al “censo”
Por todo el país cunde entre las organizaciones de familias que buscan a sus desaparecidos un rechazo prácticamente generalizado a los resultados del supuesto “censo” que el Gobierno federal presentó el 14 de diciembre.
El jueves pasado el Presidente López Obrador, acompañado de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, presentaron los resultados de lo que llamaron Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada de Personas Desaparecidas, en donde se afirma que luego de siete meses de trabajo, se localizaron a 16,681 personas y se identificó a otras 17,843 más, que suman 34,524 casos y equivalen a 31.11 por ciento del total de casos que el registro nacional mantenía hasta el pasado 22 de agosto: 110,964 denuncias. Además concluyeron que en 26,090 casos no existen datos suficientes para identificación y en 36,022 “no hay indicios para la búsqueda”, y apenas se reconocieron 12,377 “confirmaciones de desaparición”, que representa 11.15 por ciento del total.
Los resultados del “censo” generaron un repudio y un rechazo generalizado entre colectivos de familiares del país. El Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, conformado por 86 organizaciones, emitió un pronunciamiento en el que manifiestan su rechazo al “censo”: “Compartimos con otras plataformas de víctimas el enojo y la indignación por la falta de rigurosidad y transparencia del Estado en este proceso de vital importancia para nuestra búsqueda de verdad y justicia (…) nos preocupa que ello suponga una justificación para que ninguna autoridad busque los miles de casos de los registros donde falta información, pero persiste la desaparición”.
Familiares que se manifestaron el lunes en la Ciudad de México señalaron que el reporte sobre “el supuesto censo, se miente acerca de que las personas desaparecidas registradas se reducen a 12,377. Rechazamos dicho informe porque desaparece a los desaparecidos”.
En Acapulco el colectivo “María Guadalupe Rodríguez Narciso” exigió que “el Gobierno federal, los gobiernos de las entidades y comisiones de búsqueda nacional y locales busquen a los más de 110 mil ausentes en nuestro país.” En Veracruz, las familias exigieron al Gobierno federal que no “maquille” la cifra.
En conjunto, los resultados del “censo” el pasado 14 de diciembre son rechazados tajantemente, y es además un punto de inflexión del Estado para enfrentar la crisis por desaparición de personas. No es que la política contra las desapariciones fuera la mejor al comenzar el sexenio, pero después del “censo” sin duda es peor.
Estamos en el peor momento en la política para enfrentar la crisis por desapariciones en México. ¿Por qué? Porque ahora no se sabe a ciencia cierta cuantos desaparecidos hay: ¿113,000 que marca el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (Rnpdno) o las 12,377 que reportó el “censo”? ¿Cuál es el registro oficial que será tomado en cuenta por las agencias estatales encargadas de las búsquedas -fiscalías, comisiones de búsqueda, comisión de atención a víctimas, Semefos- para hacer las investigaciones, peritajes, identificación forense?
Uno de los grandes riesgos que existen es que los gobiernos estatales dejen de reportar datos al Rnpdno, y lo peor, que se desincentiven las búsquedas de desaparecidos en las entidades y en el país. Por si fuera poco, el “censo” confirmó la falta de voluntad del gobierno para trabajar con las familias. En el “censo” no se consultó ni se invitó a las familias a participar directamente.
Es mentira que se haya visitado todos los hogares donde se han reportado casos de desaparecidos, como se dijo en Palacio Nacional. Hay casos concretos que lo confirman. El colectivo Madres Buscadoras de Sonora está conformado por dos mil familias y ninguna fue visitada; Madres Buscadoras de Jalisco cuenta con 500 integrantes, y Luz de Esperanza con 350 miembros y ninguno de ellos fue censado.
Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos de Jalisco (Fundej) está integrado por 500 familias y sólo dos fueron visitadas, informó Guadalupe Aguilar, fundadora de este colectivo.
De este modo, se puede afirmar que los resultados del mal llamado “censo” no es producto de una metodología y protocolo cuidado, transparente y confiable para dar por válidos los resultados presentados el pasado 14 de diciembre, y lamentablemente lo que sospechaban las familias se está cumpliendo por este Gobierno: se está desapareciendo a los desaparecidos.