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Raúl Padilla le va a hacer falta a Jalisco y a México

Estamos viendo que la partida de Raúl fue una gran pérdida y que hace mucha falta en Jalisco y en México. A pocos meses de su lamentable partida, estuvimos en la FIL, donde lo recordamos y echamos mucho de menos; lo positivo es que estamos viendo el gran legado que nos dejó y se le recuerda y extraña, sobre todo en el homenaje que se llevó a cabo durante la Feria Internacional del Libro, la que dejó muy encaminada y que en esta edición todavía se ve su mano, pero no solo en la FIL sino en todos los actos de su exitosa vida y carrera.

Dentro del merecido homenaje que le dedicaron en la FIL, se destacó, por supuesto, su ejemplar paso por la Universidad de Guadalajara, destacando la autonomía que le dio a la Universidad, subrayando su actual rector Ricardo Villanueva, quien está haciendo una espléndida labor al frente de la Universidad, nos dijo que aparte de que fue Raúl el impulsor de la Casa de Estudios, les legó la autonomía que aunque todas las universidades la tienen, ninguna la ejerce como lo hace la UdeG gracias a él, mencionando que fue un parteaguas en la Universidad, una antes de él y otra después de él.

No sólo hizo una transformación de la Universidad en lo científico y académico, sino que también la regionalizó llevándola a todas las regiones del interior del Estado, creando su red universitaria, aumentando su calidad educativa con el propósito de convertir a la UdeG en una de las mejores universidades de México y que estuviera a la altura de las mejores del mundo.

Puso a Guadalajara a la cabeza de la cultura de México, ya que todo lo que se propuso en ese sentido fue un éxito como el Centro Cultural, el Festival Internacional de Cine, el Teatro Diana, el Auditorio Telmex, el Conjunto Santander de Artes Escénicas, la Cineteca, la Biblioteca Juan José Arreola, la Fundación de la U de G. que ahora encabeza Trino Padilla, la Feria del Libro en Los Ángeles y por supuesto su mayor logro la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la FIL, la segunda más importante en el mundo solo después de la de Frankfurt y la primera y más importante del mundo de habla hispana.

Aunque fue el gran ausente en la FIL de este año, gracias a su legado se logró otra vez un gran éxito, pues su presencia perdurará siempre en nosotros, ya que fue una figura insustituible y como nos dijo Juan Villoro: “Ahora sigue pasar del legado personal que dejó, a la institucionalización de sus proyectos”. Gracias a su atinada previsión dejó muchas cosas planeadas que se vieron en la estabilidad de la FIL todo esto gracias a su mérito póstumo y que en el futuro dependerá de quienes se quedan, por lo que no dudamos que el equipo que formó a lo largo de los años continúe, pues a ellos les corresponde mantenerlo vivo, honrarlo y proyectarlo en el futuro como él hubiera querido; gracias a eso la FIL lo sobrevivirá, de eso no hay duda.

Durante su vida recibió infinidad de reconocimientos internacionales, pero hoy después de su partida los sigue recibiendo, pues dejó en todo aquel que le conoció un recuerdo imborrable y un legado que debemos honrar, ya que fue un visionario e irreemplazable.

Se presentó durante su homenaje en la FIL un libro que reúne los testimonios de escritores y colaboradores cercanos, con el atinado título de “El hombre que amaba a los libros” y que será también parte de su legado y como nos dijo alguna vez: “La cultura es una inversión y nunca un gasto y el desarrollo es ilusorio si se descuida el capital humano y cultural”.

Estamos seguros de que se seguirán cosechando los éxitos de todas las extraordinarias iniciativas que fueron legadas por Raúl, uno de los promotores de la cultura más importantes en la historia de México.

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