Raúl Padilla, el león que siempre cae parado
Hace unos meses, parafraseando a Gary Lineker que decía que “el futbol lo inventaron los ingleses, juegan once contra once y siempre gana Alemania”, escribí que en Jalisco la democracia es un juego de todos contra todos donde siempre gana Raúl Padilla. Pues nada, que Alemania ya perdió, Lineker cambió su frase y acá, las cosas siguen igual.
A reserva de que se terminen los conteos y las impugnaciones, el escenario previsto para el Congreso local es que MC tendrá 17 votos, Morena 8, PAN 6, PRI 4, PRD 2 y el Verde 1. En la nueva composición de la Cámara, con solo 38 diputados, la mayoría simple, la mitad mas uno, se logra con 19 manos alzadas, esto es, se requieren todos los de Movimiento Ciudadano, y los dos del PRD que, como es costumbre, son cercanos al grupo Universidad: Enrique Velázquez (distrito 4) y Quirino Velázquez (distrito 12). En caso de que MC se quedara solo con 16 votos, el factor decisivo será el Verde, partido sobre el que Raúl Padilla también tiene gran ascendencia. Si MC llegara a 18 diputados y solo necesitara un voto, el Grupo Universidad también tiene respuesta: dentro de la bancada de MC está Mara Robles que perdió por poca diferencia en el distrito III, pero que entrará como plurinominal por los naranjas. (Para la mayoría calificada, dos terceras partes, se requiere del voto de PAN, PRD y MC, es decir, el Frente más un voto del Verde o el PRI)
Desde 1997 a la fecha los leones han tenido de dos a cinco diputados, no importa de qué color.
¿Por qué Raúl Padilla y el Grupo Universidad teniendo tan pocos diputados tiene tanto poder de decisión? Quizá la respuesta está en que siempre saben qué negociar y cómo hacerlo. Desde 1997 a la fecha los leones han tenido de dos a cinco diputados, no importa de qué color. Siempre hay uno o dos por el PRD, que es el partido que controlan. También los han tenido por el PRI, donde hace seis años construyeron una alianza muy similar como la que hoy tienen con MC y, cuando no obtuvieron lo que buscaban, simplemente la rompieron y negociaron con la mitad de enfrente.
El acuerdo con Enrique Alfaro, ese que parecía imposible, se logró gracias a que saben pedir cosas que para la contraparte son factibles, pero que para el grupo son estratégicas. La vigencia en el poder del Grupo Universidad viene sin duda de capacidad coercitiva, que la tienen sin duda, y les gusta hacerla sentir, y del presupuesto que manejan, pero también de una visión estratégica y una claridad que es difícil de observar en otros grupos.
El león, como buen gato, siempre cae parado. Lleva ya ocho legislaciones sobreviviendo. Dice la leyenda que los gatos tienen solo nueve vidas. ¿Será?
(diego.petersen@informador.com.mx)