Radiografía del voto en EU
Aunque parecía imposible, Donald Trump será, de nueva cuenta, el presidente de los Estados Unidos, convirtiéndose, quizá, en el hombre más poderoso del mundo. ¿Por qué? Porque ha logrado llegar a la presidencia aun habiendo sido declarado culpable de 34 cargos criminales en el país vecino, llegando a una situación extraordinaria, pues nunca antes un acusado penal había sido elegido para el más alto cargo de la nación.
Aunque se esperaba que su sentencia fuera dictada a finales de este mes, muy seguramente librará todo cargo, pues es posible que sus abogados pidan que se desestime el caso ahora que es presidente electo.
Y quizá esto solo fue una parte que le hizo sumar votantes, ante la justificación de haber culpado a un "no culpable", como se declaró Trump en el juicio en su contra llevado a cabo en mayo pasado, sin dejar de lado que muchos internacionalistas han señalado que él ganó la elección desde el atentado que sufrió en el mes de julio en Pensilvania, convirtiéndose en un símbolo de resistencia.
En Estados Unidos no se hizo historia y no llegó a la presidencia por primera vez, una mujer. Aunque las encuestas auguraban resultados extremadamente cerrados, Trump se posicionó por sobre Kamala Harris con 295 votos, mientras que la demócrata obtuvo 226.
El voto oculto sin duda hizo la diferencia para abrir el margen, sin embargo, sorprendió el voto latino masculino, pues según la encuesta de salida de National Election Pool (NEP), el 54% de los hombres en este sector encuestados votó por Trump.
Esto de por sí considerando que el voto latino hacia el expresidente aumentó en 13% respecto de los votos recibidos de este sector en 2020.
¿Por qué ocurrió esto? Una de las lecturas radica a que el electorado ha cambiado: cuando comúnmente se relacionaba al partido republicano con la clase alta y al demócrata con las clases trabajadoras, en el gobierno reciente los demócratas olvidaron a sus votantes, cosa que fue aprovechada por Donald Trump para tratar de recuperar esos votos.
Sus mensajes estuvieron dirigidos a las clases a quienes más les cuesta ganar el dinero, asegurando que fortalecería su economía, que no permitiría que siguieran llegando más migrantes para no quitarles sus empleos ya ganados, e incluso, propuso quitar los impuestos a las propinas.
Este tipo de situaciones hizo que Donald Trump ganara estados como Nevada, donde ciudades como Las Vegas o Reno viven del servicio, según había augurado Rodrigo Aguilar Benignos, analista internacional y miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.
También hizo que ganara Arizona, un estado donde uno de cada tres habitantes es latino, o Michigan, donde habita gran parte de los trabajadores de la industria automotriz, y quienes muy probablemente vieron una mejora en el sector, ante propuestas como el que no permitirá la entrada a los Estados Unidos de vehículos producidos en México.
Aquí lo importante sin duda alguna será ver cómo y con qué negociará Claudia Sheinbaum para evitar que Trump llegue a aumentar, hasta en un 50% los aranceles a productos exportados por México, donde Estados Unidos es uno de sus principales socios comerciales. Las capacidades de la presidenta y de sus equipos de relaciones exteriores, en materia de economía y en seguridad serán pieza clave para que a México le vaya bien con el País vecino ahora que Trump ha llegado a la presidencia, y donde están en juego deportaciones, inversiones e incluso, la soberanía de la Nación.