Quisieron “lavarles el cerebro”
Embajadores de México de las 80 representaciones diplomáticas que tenemos en el mundo, 67 cónsules, además de representantes mexicanos de siete Misiones Permanentes ante organismos internacionales y tres de Oficinas de Enlace, esta semana se encuentran en México -como sucede cada año-, donde se celebra la 35 Reunión Anual del Servicio Exterior Mexicano.
Como es una tradición, durante la visita -reunión a la que alguna ocasión tuve la oportunidad de asistir como invitado- los diplomáticos tienen contacto con el Poder Ejecutivo -el Presidente- con Poder Legislativo -Senadores y Diputados- y esporádicamente con el Poder Judicial. Durante las reuniones los representantes mexicanos en el exterior se dan una idea del estado que guarda el país en los principales nichos.
En esta ocasión, el martes pasado, se reunieron en la sede de la Cancillería con el Gabinete de Seguridad, donde estaban presentes el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, y la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien les dijo: “Señoras y señores integrantes del cuerpo diplomático mexicano, para nosotros es muy importante COMUNICAR AL MUNDO la transformación que vive nuestro país… En estos cinco años, con la Estrategia Nacional de Seguridad se han sentado las bases para construir un país con SEGURIDAD, PAZ Y JUSTICIA”. Y mientras la secretaria de Seguridad pronunciaba esas palabras, en los principales noticieros matutinos de radio y televisión, así como las páginas digitales de todos los periódicos, se daba seguimiento a los hechos sangrientos de las últimas horas, como fueron los casos de los nueve cadáveres encontrados junto a un ducto de Pemex en San Juan del Río, Querétaro, de los 20 muertos en un enfrentamiento entre grupos delincuenciales en Chiapas y de los 13 fallecidos en un palenque de Guerrero, cuando sujetos llegaron y dispararon indiscriminadamente. Además, se reportaba en la página TResearch International que hasta el martes se había llegado a 176 mil 232 homicidios dolosos en lo que va del sexenio, y que de continuar con el promedio de víctimas, de 83 por día, al final de la administración de López Obrador se habrá superado con facilidad más de 200 mil víctimas. Así que, “comunicar al mundo…seguridad, paz y justicia” es un disparate.
Ese mismo día, los diplomáticos mexicanos también tuvieron oportunidad de escuchar a la canciller Alicia Bárcena en la antigua sede del Senado, donde les hizo un llamado a hacer un frente común para contrarrestar la narrativa antiinmigrante y antimexicana. “No podemos tolerar el tratamiento que se les da a los mexicanos y mexicanas en el exterior, y en especial en Estados Unidos”, dijo la secretaria de Relaciones Exteriores. Posición respaldada por la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera, quien señaló que “necesitamos un cuerpo diplomático de alto nivel, de gran experiencia y de mucho trabajo para hacer frente a esos retos en beneficio de México”. Las representaciones diplomáticas tienen muy bien definidas sus funciones y limitaciones, y dentro de sus atribuciones -además de representar a México- se puede asesorar a los connacionales, proteger sus intereses, orientarlos, representarlos en cuestiones legales para que se respeten sus derechos, expedir documentos oficiales, etc, etc, etc, pero nada parecido a formar “frentes comunes” para evitar corrientes antiinmigrantes o antimexicanas que han surgido -por ejemplo- recientemente por cuestiones políticas de diferentes legisladores estadounidenses. Embajadas y Consulados son sólo representaciones oficiales y de asistencia a ciudadanos del país al que representan, no centros de proselitismo político o de operaciones de campañas. Así que, el mensaje de “seguridad, paz y justicia” y hacer “frentes comunes” con los embajadores y cónsules fue sólo un intento de “lavarles el cerebro”.
¿Usted, qué opina?