¿Quién se roba a un bebé?
La noticia por el robo de una bebé de apenas dos días de nacida conmocionó y horrorizó no sólo a Jalisco, sino a nivel nacional. ¡¿Quién diablos se roba un bebé y para qué?! El dolor por el que pasaron la mamá y el papá de la pequeña debió ser inimaginable, una agonía que seguramente aún están sufriendo los padres de más de 14 mil menores de edad que continúan desaparecidos en México, según datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
La pequeña fue localizada por unas vecinas de Zapopan casi 24 horas después de ser sustraída del Hospital General de Occidente, mejor conocido como Zoquipan. Ahí una mujer se hizo pasar por enfermera y burló todos los protocolos de seguridad para llevarse al a recién nacida.
Apenas este 15 de julio entró en vigor el Protocolo Adicional para la Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes. Este es un documento que establece que se debe activar la búsqueda de las y los infantes sin dilación alguna: sin retrasos o tiempo de espera, independientemente de que se presuma o no la comisión de un delito relacionado con su ausencia; esto incluye abrir inmediatamente una carpeta de investigación.
A diferencia de lo que suele pasar en los casos de adolescentes y adultos desaparecidos -donde regularmente se les pide a las familias que esperen entre 24 y 48 horas para iniciar la búsqueda- esta vez el actuar de las autoridades y su coordinación fue casi inmediata. La noticia se volvió tema de la agenda pública en minutos, por su trascendencia, por el dolor y la solidaridad de miles de personas.
El manejo de la comunicación fue primordial. En minutos la fotografía de la despiadada mujer vestida de azul estaba en miles de chats y plataformas, haciendo eco de la indignación y la empatía de la gente, pero sobre todo utilizando el espacio virtual como un importante canal en búsqueda de información que permitiera dar con ella. Las redes sociales se convirtieron en importantes redes de apoyo.
Sin eximir a las autoridades de su responsabilidad por la inseguridad que se padece a diario, el tema se posicionó como prioritario cuando el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, lo hizo público desde su cuenta de Twitter.
“Algo terrible acaba de suceder en el Hospital General de Occidente. Alguien se robó un bebé. No es posible que exista ese nivel de maldad. De inmediato se activó el Código Rojo en el hospital, las autoridades de distintas dependencias atendieron el reporte, llegaron al sitio y están buscando con toda la fuerza del estado. Seguiremos informando cualquier avance”, tuiteó.
Antes de anochecer ya estaba activo el Código Rojo, que establece un sistema único de comunicación entre autoridades municipales y estatales, para reforzar la vigilancia ante situaciones críticas y de emergencia.
Quizás por miedo ante la movilización que generó el rapto, la “robachicos” dejó a la bebé en la vía pública, y tras las pruebas de genética se confirmó que se trataba de la misma pequeña robada un día antes.
En México, en lo que va del 2021, por día se reportan como desaparecidas 9 personas de entre 0 y 17 años, según datos de la Redim. Tan sólo hace unas semanas también fue robada y recuperada una bebé de 12 días de nacida, que con engaños se robaron en Reynosa, Tamaulipas. Ahí, la mamá de la bebé se vio con una mujer que la contactó por redes sociales, ofreciendo regalarle ropa y pañales. Cuando se vieron, la desconocida la atacó e hirió en el cuello, llevándose a la pequeña.
¿Qué grado de deshumanización se tendrá para robarle su hijo o hija a alguien? ¿Qué puede tener en la mente alguien capaz de hacer algo así? ¿Y para qué? Porque son tan cómplices y están tan dañados quienes cometen el delito como quienes aceptan (tener o comprar) un bebé robado.