¿Qué tan saneado está el río Santiago?
Luego de varios años de una lucha social y política muy intensa, los colectivos de El Salto, Juanacatlán y otros de la Zona Metropolitana de Guadalajara lograron que los tapatíos volteáramos a mirar la grave devastación ambiental que la actividad industrial ha dejado en ese territorio, afectando gravemente la salud de miles de pobladores de esos municipios.
Con diversas iniciativas, entre ellas los ya tristemente famosos Tours del Horror, los colectivos organizados como Un Salto de Vida lograron llamar la atención de los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara y de este modo, sobre los gobiernos en turno para obligarlos a comprometerse a resolver el desastre ambiental que han dejado décadas de desarrollo industrialista capitalista.
Es este contexto el que explica que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez iniciara su Gobierno en diciembre de 2018 justo en El Salto, prometiendo un ambicioso programa para remediar al río Santiago. Cinco años después se está imponiendo un discurso oficial que festina avances en la remediación del Santiago y se sostiene, falsamente, que se ha saneado hasta el 70 por ciento de sus aguas.
Antes de terminar el año, el pasado 18 de diciembre, el gobernador encabezó un acto público con los empresarios del sector industrial con quienes inauguró la llamada Línea Morada, una tubería de 13.27 kilómetros. En esta obra los industriales invirtieron 177 MDP y a cambió recibirán 600 litros por segundo de agua tratada. Con esta obra y una inversión millonaria destinada por el Gobierno del Estado, se rehusarán aguas industriales hasta por 2.6 metros cúbicos por segundo, según el boletín oficial del Gobierno.
En ese mismo evento, el gobernador festinó que se avanza sustancialmente en la resolución de dos problemas históricos para la Zona Metropolitana de Guadalajara: el abasto de agua y el saneamiento del río Santiago. Dijo: “(…) detrás de esta obra está una inversión de miles de millones de pesos que nos permitieron resolver un desafío que, durante décadas, Jalisco no había podido resolver, lo digo porque han pasado más de 40 años dándole vueltas al tema de abasto y saneamiento; lo que estamos viendo es la concreción de dos grandes apuestas que se han hecho en Jalisco, la primera de ellas, el saneamiento del río Santiago, el río más contaminado de México, y la segunda el abasto de agua”.
Pero el saneamiento del río Santiago está lejos, muy lejos, de estar resuelto y los habitantes de El Salto o Juanacatlán, lejos de vivir en un entorno digno y saludable que deje de enfermarlos.
Para Graciela González, integrante de Un Salto de Vida, lo que se inauguró en la Línea Morada y con las obras de la estrategia estatal Revivamos el Río Santiago, se pretende engañar a la población de la zona metropolitana y de los mismos municipios afectados al hacerles creer que se ha saneado el río, cuando en realidad es una política hídrica destinada a seguir garantizando el abasto del agua para que sigan las actividades industriales, que es la fuente originaria del “infierno ambiental” en que se ha convertido El Salto. Y así es. Apenas unos días antes de inaugurar la Línea Morada, el mismo gobernador inauguró un nuevo parque industrial: El Salto Park III, y lo que se ofrece es seguir incentivando la inversión para la llegada de actividades industriales.
Dice Graciela González: “Es peligroso porque le dice al mundo que hay agua y que pueden seguir viniendo a seguir haciendo el destrozo del territorio (…) estamos en una situación como de avanzada en contra de estos pueblos que siguen sin ser atendidos en el fondo para parar procesos contaminantes”. Es una política de saneamiento de maquillaje, como la definió Alan Carmona, también de Un Salto de Vida, en un ensayo donde somete a crítica las estrategias ambientales aplicadas por los gobiernos en turno a El Salto debido a que no van a la raíz del asunto: detener y revertir el desarrollismo industrialista que es la causa de los males en el río Santiago.