¿Qué papel juega la política estadounidense en las elecciones en México?
La diplomacia norteamericana suele practicar una política de no intervención en los asuntos electorales de otros países. Pero a pesar de ello es un observador muy puntual de todo lo que acontece con sus vecinos, particularmente por tantos aspectos políticos, económicos, sociales y migratorias que implican un tema de seguridad nacional.
Vale la pena reconocer que existe una tradición diplomática muy refinada y bien cimentada, que le ha dado un carácter de prudencia y discreción en sus intervenciones con otros países, aunque su lenguaje también es muy claro de manera indirecta al manifestar ciertas declaraciones, visitas diplomáticas, programas de cooperación o implementación de criterios aduanales, migratorios o tratados comerciales específicos.
Históricamente hay toda una lista de intervenciones directas o indirectas con México, que han sido determinantes para ambos países. Desde la invasión en el siglo antepasado, su intervención ante la invasión francesa en 1862 y desde luego el apoyo económico y político a ciertos movimientos sociales y militares durante la Revolución.
La relación con los Estados Unidos es compleja, por sobre todo en los aspectos económicos y de seguridad, pasando por los temas de narcotrafico, flujos migratorios e intercambios comerciales e ideológicos.
Pero de que intervienen es ineludible, están siempre al pendiente de lo que pasa en México, y cualquier cosa que no les convenga, lo van a manifestar de una u otra manera, ya sea directamente con los políticos encumbrados o por medio de los diversos medios de comunicación o en debates en las cámaras correspondientes.
Un freno impositivo a las posibles tendencias que se le atribuyen a la 4t son precisamente los tratados con Estados Unidos y Canadá en el famoso T-Mec, un acuerdo comercial que se tiene que cumplir y que abarca temas de comercio de bienes y servicios, de propiedad intelectual y las reglas de origen para la industria automotriz.
También está la iniciativa Mérida, firmado en 2008, en el que Estados Unidos proporciona asistencia a México para combatir el narcotraffico y el crimen organizado incluyendo capacitación, equipamiento y asistencia técnica, con lo que todo esto implica.
Hay muchos otros acuerdos como la cooperación Ambiental, de transporte aéreo, repatración de Extranjeros, y asistencia en asuntos aduaneros.
Todos estos compromisos, que tiene nuestro país con los vecinos del Norte, son un candado para que no sucedan extravío politicos que afecten nuestras relaciones.
De cierta manera están al pendiente de que cumplamos y no nos salgamos de lo que necesitan para proteger su estabilidad y seguridad.
Más bien están atentos para que cumplamos y realicemos las solicitudes que nos han pedido.
En México no se puede hacer ningún capricho político que no tenga la aprobación o el veto de nuestros vecinos.
Sino más bien que trabajemos juntos y saquemos adelante nuestro país de la mejor manera posible.
El tío Sam, nos vigila.