Ideas

Que no seamos irresponsables

No pudo ser más claro y contundente el mensaje que envió el cardenal José Francisco Robles Ortega después de la misa de Año Nuevo, cuando hizo referencia al futuro de México: “Es una oportunidad para que todos los mexicanos seamos verdaderamente responsables y corresponsables del rumbo que queremos para nuestro país”. Que sea nuestro voto el 2 de junio próximo quien decida qué tipo de Gobierno queremos, no que sea la clase política de la mano del abstencionismo la que determine quién estará sentado en la oficina presidencial de Palacio Nacional en el siguiente sexenio. “Ya no se vale que solamente dejemos a los gobernantes electos o dejemos a los políticos en sus manos el destino que le quieren dar a nuestra sociedad”. 

Y el llamado es oportuno por los ejemplos recientes -en las elecciones del 2018 y 2021-, que nos demuestran que no todos los ciudadanos han sido  “responsables” y por lo tanto hemos sido “corresponsables” de los resultados finales de los procesos electorales. En la elección del 2018 -donde ganó López Obrador con 30 millones de votos- solamente votaron 55 millones -cifras redondeadas- de personas de una lista nominal -donde están los que tienen cubiertos los requisitos para emitir su voto- de 89 millones de mexicanos, lo que significa que a 34 millones “les pasó de noche” la elección y que pasaron a formar parte del enorme universo de abstencionistas. 

Hasta el 14 de diciembre -último reporte del Instituto Nacional Electoral (INE)- en el Padrón Electoral había 99.5 millones de potenciales electores, de los cuales 97.6 millones -en la lista nominal- podrían votar hoy mismo. Si a ese núcleo le quitamos los 30 millones que tiene “asegurado” -como mínimo- el partido oficialista, quedan 67.6 millones de electores, que como dice el arzobispo de Guadalajara, son el complemento del universo de votantes que deben ser “responsables y corresponsables del rumbo que queremos para nuestro país”. 

Y también el cardenal fue muy enfático en que no sólo se trata de cumplir con la responsabilidad cívica de votar, sino de informarnos por quiénes votamos. “No es a dar el voto porque hay que dar el voto. Antes hay que hacer un esfuerzo de conocer, de conocer las plataformas, de conocer al candidato, la candidata, su trayectoria, sus propuestas, si corresponden a las necesidades que tenemos nosotros como ciudadanos, si corresponden a un verdadero proyecto integral de desarrollo para todos”. 

Y en el mensaje del cardenal Robles Ortega dijo algo que debe ser una obligación -sobre todo para quienes forman parte de esos millones de fieles seguidores del lopezobradorismo-, de hacer conciencia al “revisar, evaluar si de veras nuestros gobernantes están o no cumpliendo su deber”. 

Son solamente 5 meses los que quedan para la elección presidencial. Los planteamientos de Claudia Sheinbaum ya los conocemos de antemano, darle continuidad a la Cuarta Transformación. Mientras que de Xóchitl Gálvez, un cambio radical del rumbo que lleva México, “mano firme” contra la delincuencia y certeza jurídica. Aquí es donde el votante tiene que “revisar y evaluar” -como dijo el cardenal- si los ofrecimientos de campaña le dan forma “a un verdadero proyecto integral de desarrollo para todos”.

¿Usted, qué opina?

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