Que no hay venganza…
El gobernador de Jalisco declaró ayer que no hay persecución ni venganza contra ex funcionarios de la pasada administración, después de que Francisco Ayón quedara preso por presuntas anomalías cuando fue presidente del Consejo de Administración del Instituto de Pensiones. Aseguró que cumple con su compromiso de campaña de combatir la corrupción.
Pero nos cuentan que a muchos les entró el “sospechosismo” por la prisión preventiva que se le dictó a uno de los súper secretarios de la administración de Aristóteles Sandoval.
Se dice que no existe una prueba por escrito en donde el ex funcionario se relacione con las inversiones que se concretaron para la compra de fondos con la empresa Abengoa; sin embargo, dos testigos de la Fiscalía Anticorrupción lo responsabilizan.
Por lo pronto, el próximo martes será la audiencia clave.
* * *
Ante ese juicio, todos los reflectores están en el Poder Judicial de Jalisco con una pregunta clave: ¿Es una cortina de humo o se combate la corrupción?
La cortina de humo, aseguran algunos, es porque en el Poder Judicial le están haciendo el paro al gobernador para salir de la crisis por el caso de Luz Raquel Padilla, luego de que la Fiscalía General del Estado lanzara una nueva investigación de que no fue un asesinato y que ella se autoagredió. ¿Será?
Ayer el gobernador habló sobre la tragedia de Luz y confió en que la Fiscalía dirá la verdad. Y que ya no hablará del tema.
* * *
¿Recuerdan el caso del “Fofo” Márquez? Pues la diputada emecista Mónica Magaña impulsará desde el Congreso de Jalisco sanciones severas para que nadie se burle de la autoridad ni ofenda de nueva cuenta a los jaliscienses.
Luego de que el tiktoker desató polémica tras bloquear el puente “Matute Remus” para grabar sus videos, la legisladora propondrá ante el Legislativo hasta seis años de cárcel contra las personas que cierren vialidades, así como multas de hasta 48 mil pesos y trabajo comunitario. Para eso se requieren reformas al Código Penal y a la Ley de Movilidad y Transporte.
Seguramente tendrá el apoyo de la mayoría, pero el problema se solucionaría si la Policía Vial hace su trabajo y regresa a las calles.