¿Qué haría el ingeniero?
¿Qué pensaría el ingeniero Javier de la Torre de la última semana de Chivas? El Guadalajara sumó un fracaso histórico en el Mundial de Clubes, se vio superado por el América como el club más ganador de México y puso en marcha una serie de transferencias que irritaron a sus seguidores, que sienten que el equipo está siendo desmantelado.
No es aventurado decir que esa suma de incidentes habría amargado el cumpleaños del ingeniero, una de las principales figuras en la historia del Guadalajara, que nació un 19 de diciembre de 1923 en el barrio de La Triana, en Aguascalientes.
Luego de desempeñarse como futbolista jugando solamente con Chivas, el “Chamaco” (su apodo como jugador) asumió el mando del equipo en 1960, un nombramiento que no parecía precisamente definitivo, a juzgar por el reporte de EL INFORMADOR.
“Esta designación es provisional, pues se afirmó que ya se están sosteniendo pláticas con un prestigiado entrenador sudamericano”, informó entonces este diario.
De la Torre, quien también tenía el título de ingeniero civil, se mantendría en el puesto por más de 10 años, ganando cinco títulos de Liga, tres títulos de Campeón de Campeones y una Copa México.
Al mando de Chivas, De la Torre aprovechó el legado de los entrenadores que lo precedieron: Arpad Fékete, Donaldo Ross, William Reaside, Jorge Orth y José María Casullo, pero también confió en jóvenes que se convertirían en parte importante del Guadalajara Campeonísimo, entre ellos Arturo “Cura” Chaires, Francisco Jara y Javier “Cabo” Valdivia.
De la Torre dejó Chivas en diciembre de 1972. En teoría se trataba de un permiso que el Guadalajara concedía hasta octubre de 1974 para que el ingeniero se hiciera cargo de la Selección en el Mundial de Alemania. En realidad, México no calificó a esa Copa del Mundo y De la Torre no volvió a estar al frente de Chivas.
El ingeniero dirigió también al Celaya, Jalisco, UdeG y Tecos. Falleció el 26 de noviembre de 2006, a menos de un mes de que Chivas obtuviera su decimoprimer campeonato imponiéndose a Toluca.
Siempre equilibrado, el ingeniero era poco proclive a la retórica, aunque sus logros podrían habérselo permitido. A pesar de su mesura, es fácil imaginar su molestia si supiera que América suma más títulos que Chivas, cuando en 1972 (el año en que dejó el Guadalajara) la cuenta era de dos a ocho a favor del Rebaño.
El fracaso en el Mundial de Clubes tampoco sería del agrado del ingeniero, quien estuvo al frente del Guadalajara en la gira europea de 1964, la primera emprendida por un equipo mexicano, en la que Chivas sufrió derrotas, pero también obtuvo algunos resultados relevantes: empató con el Barcelona y el Gijón, y derrotó al Olympique de Lille y al Standard de Lieja.
Inteligente, sobrio, honesto y ganador, el ingeniero De la Torre representa mejor que nadie lo que el Guadalajara puede y debe ser, y personifica esas cualidades que al club le cuesta tanto esfuerzo manifestar desde hace algunos años.
Por eso, ante cada nueva decisión de su directiva, jugadores y cuerpo técnico, los seguidores del Guadalajara harían bien en preguntarse: ¿Qué haría el ingeniero?, para medir así la distancia que existe entre las acciones de quienes están a cargo del equipo y esos valores que nadie entendió tan bien como el entrenador más ganador en la historia de Chivas.
Por eso, hoy más que nunca, feliz cumpleaños, Javier de la Torre.