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¿Qué es la Liga de Balompié Mexicano?

Una de las noticias más llamativas del futbol mexicano en este año ha sido la creación de una nueva Liga de Balompié Mexicano (LBM), una competencia alternativa a la Liga MX, el campeonato profesional de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), afiliada a la FIFA. Hasta el momento, son 14 las franquicias confirmadas para arrancar un primer torneo que todavía no tiene fecha de estreno por la pandemia del coronavirus, ya que su presidente, el ex futbolista Carlos Salcido, anunció que quieren debutar con público en los estadios. 

Los creadores de esta nueva competición aseguran que existen las condiciones para que este campeonato no oficial tenga éxito económico. Para ello, están apostando a la venta de franquicias por un valor de cinco millones de pesos (el costo de comprar un club en la Liga MX es de 30 millones de dólares), una operación anual o de gastos entre 40 y 50 millones de pesos, y sueldos para futbolistas y entrenadores entre 10 mil y 150 mil pesos mensuales. Los organizadores de la LBM prometen un retorno de la inversión en un plazo de 18 meses, lo cual se ve complicado cuando hasta estos momentos, no se tienen definidos patrocinadores, derechos de transmisión ni fecha de inicio del torneo. 

En una entrevista para la revista Forbes, el director comercial de la Asociación Nacional del Balompié Mexicano (ANBM), Édgar Méndez, calculó que los ingresos que espera tener la LBM en su primer año deberían ser por 400 millones de pesos. Esta aspiración, en apariencia ambiciosa, palidece ante los ingresos de los clubes de mayor poder adquisitivo de la Liga MX. Tigres y Monterrey, por ejemplo, obtienen cada uno esa misma cantidad de dinero solamente por concepto de boletos vendidos en taquilla, representando apenas entre 20 y 35% de sus ingresos totales anuales, según una estimación del periodista David Medrano. 

La nueva competición también pretende ser una alternativa de empleo para cientos de futbolistas, técnicos y directivos que en este año se vieron afectados tras la decisión de la Femexfut de desaparecer la Liga de Ascenso. De esta manera, algunos nombres conocidos del futbol mexicano han decidido unirse al proyecto ya sea como futbolistas (el colombiano Franco Arizala jugará en el Club Veracruzano), entrenadores (Rodrigo “El Pony” Ruiz dirigirá a Lobos BUAP y Jorge Hernández, ex campeón del mundo Sub-17 en 2005, comandará a los Halcones de Zapopan), o directivos (Ramón Morales coordinará la formación de talento de la LBM y Gustavo Matosas será Director Deportivo del Club Veracruzano). 

Un tema que se ha hablado mucho sobre la LBM es el temor de sus agremiados a ser boicoteados por la FMF al participar en un campeonato no reconocido por la FIFA, lo cual se recrudece al anunciarse la reciente afiliación del nuevo torneo a la Confederación de Asociaciones de Futbol Internacional (Conifa, por sus siglas en inglés). Esta organización tiene 62 miembros, especialmente regiones étnicas no reconocidas como naciones ni por FIFA ni por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como el Tíbet, Padania o Punjab, y desarrolla un mundial alternativo cada dos años.

Los jugadores que deciden representar a estas regiones sufren el temor de ser víctimas de represalias, especialmente en países que atacan de manera fuerte su autonomía étnica, como el caso de China contra el Tíbet. 

A espera del debut de la LBM, en la que participarán cuatro clubes jaliscienses (Halcones de Zapopan, Jaguares de Jalisco, Furia Roja FC de Jesús María y el Atlético Jalisco), habrá que ver las novedades con la que buscarán la atención del público, detalles sobre su organización y la calidad del espectáculo futbolístico que brindarán. Pero el reto más importante será sobrevivir frente a una Liga profesional más consolidada, respaldada mediáticamente por las principales cadenas de televisión y con empresarios mucho más acaudalados. 
 

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