Putin enciende los ‘focos rojos’
El pasado 31 de mayo la reflexión que hicimos en este espacio estaba enfocada en los ataques con drones al Kremlin, argumentando que no estaban dirigidos desde Ucrania -como en un principio señaló el gobierno ruso-, que habían sido realizados a corta distancia del corazón de Moscú, originados posiblemente por “un porcentaje de la población no simpatiza con el régimen de Putin y menos con la invasión a Ucrania. Este núcleo de personas, en su mayoría jóvenes, se han convertido en la oposición que quiere un cambio de rumbo y más apertura, que organizados en pequeñas células sociales empiezan a convertirse en todo un movimiento de poca tolerancia. Un problema que va creciendo y que “tarde o temprano”, me dijo Vladislav Zinchenko -ucraniano de nacimiento y residente en California- puede iniciar, sino una revolución, si pequeños focos de insurrección”.
De la predicción de Zinchenko al primer foco de insurrección apenas pasaron 23 días. El viernes por la noche el Grupo Wagner, dirigido por el mercenario Yevgeny V. Prigozhin, bloqueó la ciudad de Rostov “y nos dirigimos a Moscú”, dijo el mercenario en un mensaje de video que fue grabado en el patio de un cuartel de las Fuerzas Armadas Rusas en esa ciudad. Inmediatamente, una gran movilización militar rusa se inició en la región, mientras que en el Kremlin se encendieron los focos rojos con grandes movilizaciones militares.
Ayer sábado -10 de la mañana en Moscú-, Vladimir Putin se vio obligado a dar un mensaje en televisión nacional, señalando que “...el que traicione a Rusia, será responsable de la rebelión armada. La traición es una puñalada en la espalda de nuestro país y de nuestra gente, y los que deliberadamente se encaminaron por el camino de la traición serán castigados”.
Este conflicto interno le da un giro dramático a la posición de Putin, que se encuentra en medio de una guerra en su obsesión de adjudicar a Ucrania a los tentáculos de la Federación Rusa, además de plantear un enorme desafío a su autoridad desde el inicio de la invasión.
¿De dónde surgen las diferencias entre Putin y Prigozhin, si el ejército ruso y los mercenarios del Grupo Wagner combaten juntos en contra de los ucranianos? La mejor respuesta puede estar dentro de un ensayo que The New York Times -31 de enero- le dedicó al conflicto de ambas personalidades, cuando señala que “Dependiendo del punto de vista de cada persona, Prigozhin podría ser considerado la persona del año o el villano del año. Según varias fuentes de Moscú, Putin confía en poder debilitar a Prigozhin, quien ha tenido tensiones con el Estado Mayor del ejército. Sin embargo, el efecto podría ser contrario, y más gente vería a Prigozhin como la figura con más probabilidades de suceder a Putin. Desde el principio de la guerra contra Ucrania, Putin se aseguró de que no surgieran rivales a su poder y se esforzó mucho por garantizar que el conflicto no creara un líder militar popular que pudiera suponer una amenaza”.
‘La gota que derramó el vaso’ y que provocó la rebelión esta semana fue la acusación de Prigozhin, quien culpo a Moscú de bombardear sus campamentos en la retaguardia. “Esta escoria ha lanzado ataques con misiles y muchos de nuestros soldados han muerto”, dijo el viernes el líder mercenario, acusación que motivó que desde el Kremlin se abriera un expediente penal en su contra y se girara una orden de aprehensión.
La posición de Ucrania, apenas se conoció de la situación y de las diferencias entre Putin y los mercenarios, fue en el sentido de “esto apenas es el principio”, se lee en un escueto comunicado en redes sociales. Sin embargo, en la medida que Moscú ahora tenga que preocuparse de la insurrección ‘en su propio patio’, su guerra ‘en patio ajeno’ se podrá ver más debilitada, en sus intenciones de conquista, lo que resulta -por supuesto- muy buenas noticias para Ucrania. Y Putin -y su nueva guerra- queda como dice el refrán: “El que siembra en tierra ajena, hasta la semilla pierde”. Y al margen de la supuesta ‘retirada’ de los mercenarios -de última hora ayer por la tarde- la semilla de la rebelión ya quedó sembrada. ¿Usted, qué opina?
daniel.rodriguez@dbhub.net