Ideas

Primero, humildad

El reciente fin de semana significó para los cuadros femenil y varonil del Atlas una llamada de atención que no puede pasar por desapercibida. Si bien los resultados les han favorecido en lo que va del torneo, también debe decirse que las derrotas sufridas por ambos conjuntos pueden no ser tan negativas en cuanto al aprendizaje que pueden dejar. Para ambos, haber caído ante Santos y Puebla respectivamente puede ser a la vez una necesidad de recordarles que ante todo lo que debe sobrar siempre es la humildad.

La Real Academia Española define el término “humildad” como la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones, es decir, trabajar teniendo en cuenta la debilidad. En el caso del equipo femenil, las bajas de jugadoras importantes por lesión contribuyeron a que se realizaran movimientos obligados que para nada favorecieron a tener un buen resultado.

En la cancha del Alfredo “Pistache” Torres, se enfrentaron a unas Guerreras que les dieron pelea y por primera vez las vencieron. Sin embargo, no es algo que no se pueda remediar.

Por otro lado, el viernes, en el Estadio Jalisco y contra un equipo sin director técnico en el banquillo -pero sí en el palco-, los Zorros cayeron ante 30 mil y poco más aficionados que por el buen momento vivido de pronto se olvidan de esos capítulos oscuros en los que un buen inicio acaba de forma estrepitosa. No es que la historia vaya a culminar igual. A eso se suman la falta de habilidad de unos, el exceso de confianza de otros, la lenta reacción de algunos más, y a pararle de contar: en resumen, el peor partido por cómo se obtuvo el resultado, pero el mejor para poner los pies en la tierra y buscar mejoras de cara al Clásico Tapatío, el de mayor rivalidad.

Valdría la pena recordar que si bien la mayoría de los elementos en el plantel son novatos en la causa, siempre se debe tener en cuenta que ningún rival es jamás inferior. Por momentos pareció que se subestimó al contrincante, que tuvo la suerte de su lado y aprovechó errores en la zaga y la portería atlista, y la nula llegada a la meta suya y logró anotar las dos dianas que le dieron el triunfo. Esa noche debieron considerar, y ojalá que así sea, que nadie es menos por haber sumado una importante cantidad de puntos y anotaciones en apenas seis partidos, sobre todo reconociendo que el pasado certamen, que hasta entonces ha sido de entre los peores en los torneos cortos, se concluyó con 11 goles propios y en el penúltimo lugar general.
 

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