Primera Dama entre violencia
La periodista Fabiola Yáñez fue “Primera Dama” de Argentina hasta diciembre del 2023. Durante el mandato del ex Presidente Alberto Fernández ella lo acompañó en eventos protocolarios, encabezó foros y participó en proyectos sociales; en ese periodo se convirtieron en padres del pequeño Francisco... Pero los últimos meses de la administración la pareja dejó de aparecer junta públicamente, ella dejó de publicar en redes sociales y comenzaron los rumores de una separación.
Apenas terminó la gestión, la periodista puso tierra de por medio y se fue a vivir a Madrid, España. Ya instalada junto a su hijo, en agosto de este año, la ex Primera Dama denunció al ex presidente argentino por violencia de género, lo acusa de maltrato físico y psicológico, de haberla golpeado varias veces y agredirla verbalmente.
“Yo he cuidado a este hombre, lo he cuidado de tantas cosas que él ha hecho”, declaró Fabiola Yáñez, en una entrevista de casi una hora con el diario digital Infobae.
Por esos días también salió a la luz un vídeo de Fernández diciéndose “te amo” con la conductora y actriz Tamara Pettinato, en el despacho presidencial. El ex mandatario habría grabado la conversación desde un celular, que después encontró la ex Primera Dama, quien asegura que hay más material de las presuntas infidelidades.
“Antes de que te termines de emborrachar con la cerveza, podés decirme algo lindo”, le pide el entonces presidente, mientras la vídeograba. “Sos una gran persona y yo te quiero un montón y siempre te voy a querer, y nunca más te voy a votar”, le contesta ella, sosteniendo un vaso. El vídeo termina con un “te amo” de la actriz y Fernández respondiéndole: “yo a vos”.
El actual presidente de Argentina, Javier Milei, publicó en sus redes sociales que el caso de violencia de género en contra de la ex Primera Dama surgió tras una denuncia de corrupción en la contratación de seguros, donde estaría involucrado el ex mandatario. Y aprovechó para referirse a la infidelidad.
“Si es una pareja abierta, nada para reclamar a los tres involucrados en cada uno de los casos”, añadió el presidente argentino, aludiendo a si la pareja tenía acuerdos para salir con otras personas. “Si la pareja no es abierta, implica una traición a la pareja, pero sigue en el ámbito de lo privado”.
El escándalo, por la presunta corrupción y la violencia contra su ex pareja, obligó a Fernández a renunciar como líder nacional del Partido Justicialista (peronista), cargo que ejercía desde marzo de 2021. En sus redes sociales compartió un breve comunicado asegurando que es falso lo que se imputa y que “por la integridad de mis hijos, de mi persona, y también de la propia Fabiola, no voy a hacer declaraciones mediáticas, sino que aportaré ante la justicia las pruebas y testimonios que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió”.
La ex Primera Dama ha declarado que el padre de su hijo la culpaba de haber perdido las elecciones legislativas en 2021; en ese periodo se habría filtrado una fotografía de Fabiola Yáñez festejando su cumpleaños en el 2020, en plena pandemia y cuando estaban prohibidas las reuniones sociales por el Covid-19. Fernández la habría responsabilizado públicamente de organizar ese brindis en la Quinta Presidencial Olivos y presuntamente también habría sido agredida en ese periodo.
En las últimas semanas se han presentado a declarar amigas y ex amigas de la periodista, trabajadores y hasta la nana del hijo de la pareja. Más allá de lo anecdótico que puedan exponer, existe un marco legal para determinar si el ex presidente argentino ejerció o no violencia de género contra la ex Primera Dama. De confirmarse, ¿será detenido por primera vez un ex presidente por agredir a su pareja?
De la puerta para adentro, solo las parejas saben lo que viven, pero cuando eres una figura pública -lo que incluye a personajes de la política- lo que sucede en la alcoba puede volverse nota nacional o internacional.
“Tengo miedo”, fue la última publicación de Fabiola Yáñez, el 8 de octubre, en su Instagram @fabiolaoficialok.
Al margen de las condiciones políticas, económicas y sociales, la violencia de género (ya sea física, psicológica o económica) jamás debe tolerarse ni mucho menos pasarse por alto. Hay mujeres que viven estas realidades en silencio; cada que alguna de ellas alce la voz para denunciar que ha sido víctima de violencia debe ser escuchada, garantizando su seguridad y que se hará justicia. El poder puede tener expresiones desagradables o hasta de terror; incluidas las alcobas.
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