Ideas

Prevenir es la mejor medicina

Una de las propuestas educativas más importantes es introducir, en la educación, las lecciones de prevención de enfermedades, la higiene mental y las actividades físico-deportivas como parte esencial de la salud.

Dentro de las propuestas, para una verdadera transformación,  que propone E. Morin,  está  la de consolidar una medicina preventiva  en vez de continuar con una rehabilitatoria, quirúrgica y farmacéutica.

Las causas de la enfermedad son multifactoriales, pero aun así descansa en el estilo de vida que tenemos.  Alimentación deficiente,  sedentarismo, exceso de estrés, ambiente tóxico y contaminado, fármacos mal administrados y con desatención a los efectos secundarios,  negligencia médica y, en fin, factores genéticos y hasta epidémicos.

Buena parte de la salud inicia con buenos hábitos alimenticios, ejercicio, descanso y sueño adecuado, manejo correcto de las emociones y las relaciones humanas, es decir, vivir una vida más estable,  ecuánime y en armonía. Y hacerlo bien requiere de conocimiento e información,  y por ello se debe de enseñar en las aulas de clases y a todas las edades.

En su reciente libro “Comer para no morir” (How not to die), los autores Gene Stone y Michael Greger exponen una clara visión de lo que se ha encontrado científicamente entre 15 causas prematuras de muerte más común en los Estados Unidos (1.6 millones de personas al año) y de qué manera se pueden prevenir y corregir a base de una adecuada alimentación. Es decir, lo que se ha descubierto, con evidencias, de qué puede ayudar a sanar con una alimentación que se ingiere día a día. Una comida sana  es base fundamental para prevenir las principales enfermedades  y en muchos casos hasta una efectiva ayuda para curarlas. Incluso sugiere los 12 alimentos más importantes, en una dieta equilibrada, que se deben de consumir diariamente para conservar la salud.

Hay una sencilla verdad y es que la mayoría de los doctores son buenos tratando las enfermedades agudas,  pero mal cuando se trata de prevenir las enfermedades crónicas. Son muchos cientos de miles de personas que mueren al año en forma prematura por alguna de las 15 enfermedades que han investigado los autores al revisar las evidencias científicas sobre los alimentos adecuados que se deben comer y las modificaciones pertinentes al estilo de vida, para prolongar la vida de una manera más sana.

Investigaciones publicadas, como la anterior,  deben ser conocidas y transmitidas en las aulas de clase y hacerlas un sustento de la educación del futuro.

Si encontramos evidencias de lo que nos conduce a una mejor manera de vivir,  pues las tenemos que enseñar, y de ésta manera se gesta una nueva cultura y progresa así nuestra civilización.

La cultura de la prevención ya está presente,  sólo hay que fomentarla y difundirla.  Y esa es una de las misiones del sistema educativo, que desde luego incluye a los padres de familia desde el hogar.

Una educación integral que incluya la formación plena del individuo y que no se reduzca  sólo a que conozca y memoricé las ciencias.  Sino que realmente fortalezca la seguridad y confianza en sí mismo y aumente la cultura y la calidad de vida.

La conclusión es muy clara, más que hospitales, cirugías y fármacos, hay muchas importantes enfermedades que se pueden prevenir con una alimentación y una vida sana, y eso lo tenemos que incluir en el plan educativo.

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