Presupuesto 2023: Universidad y poder
En el Congreso estatal aprobaron, en un solo día, la Ley de Ingresos y el Presupuesto 2023, con una alianza entre los diputados de MC, el PAN y hasta Morena. Los priistas quedaron fuera de la negociación y le pasaron por encima al coordinador Hugo Rodríguez, a pesar de ser el presidente de la Junta de Coordinación Política. Queda probado, una vez más, lo que dice el viejo refrán: “El interés tiene pies”. Los legisladores tenían hasta el 15 de diciembre para cumplir con la tarea, pero la adelantaron para desactivar el reclamo de la marcha que hoy efectuarán miles de universitarios.
El rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, había sido recibido por los diputados en una mesa técnica para analizar el proyecto presupuestal para la institución educativa. Fue recibido, sí, pero no consiguió lo que había pedido: que lo escucharan. Durante tres horas el pasado 19 de noviembre, sólo hubo un diálogo de sordos.
La argumentación de varios diputados fue hasta infantil; desde la diputada Érika Ramírez Pérez (Partido Verde), que se declaró “muy curiosa” sobre cómo opera la Universidad los recursos que le son asignados, hasta María Dolores López Jara (MC), que respondió a la petición del rector para que le incrementen el presupuesto: “¿Qué cree? Estamos en las mismas. Somos de los legisladores más baratos del país, y como dijo Mara Robles, no nos merecemos ganar más”.
En varias ocasiones los diputados insistieron que habían respondido (¿generosamente?) a la convocatoria de la mesa técnica organizada por la presidenta de la comisión legislativa de Hacienda, Claudia Salas Rodríguez, “aunque fuera sábado”.
Exaltado por las ironías de quienes parecían más que diputados, sus enemigos, el rector perdió la verticalidad y les reclamó que le hicieran preguntas que sacaban de Google en el último momento.
El sarcasmo le obtuvo una reacción de Quirino Velázquez, quien le exigió respeto para los diputados y para el Poder Legislativo… y en ese intercambio transcurrió el encuentro sin que se consiguiera el más mínimo compromiso.
No había, y no hubo posibilidad de que el bloque mayoritario aceptara mover las partidas de recursos. Lo único que se admitió fue un incremento para la construcción del Centro Universitario de Tlaquepaque.
¿Alguna de las partes tiene la razón? La autoridad universitaria sostiene que el de 2023 es el presupuesto más bajo que han asignado a la UdeG desde la época de Alberto Cárdenas Jiménez (1995-2000), mientras que la coordinación de los diputados de Movimiento Ciudadano asegura que, por el contrario, se trata de la más alta asignación para la institución, considerando las bolsas totales de recursos asignados.
El rector habla de porcentajes y los diputados subrayan el total. El diálogo de sordos se mantiene.
Mientras tanto, la rectoría hizo de todo para que en la manifestación de hoy se reúnan miles de estudiantes, maestros, trabajadores e incluso padres de familia, para protestar contra la determinación del gobierno estatal.
“¿Cuánto cuestan 180 marchas?”, espetó al rector Quirino Velázquez, por las movilizaciones que se han efectuado durante meses, desde todos los centros universitarios.
El problema de fondo, hay que decirlo, es la enemistad con el grupo que gobierna la Universidad. El gobierno estatal sostiene que no es democrático y la ruptura no se arreglará en lo que resta del sexenio. Queda claro dónde está el poder.
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@JonasJAL