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Por lluvia se suspende la novillada. Pero en España y Francia...

Domingo 16 de septiembre de 2018. La lluvia caprichosa decidió posarse sobre la plaza de toros, inundando el ruedo y empapando los tendidos, lo que provocó la suspensión de la segunda novillada del certamen nacional “Soñadores de Gloria”, en la Plaza de Toros Nuevo Progreso, en la que actuarían el tapatío Arturo de Alba, el guanajuatense Francisco Martínez y el hidrocálido Héctor Gutiérrez, quienes estaban anunciados para lidiar seis novillos provenientes de las ganaderías Villa Carmela y Cerro Viejo.

Así las cosas, ante la falta de hechos que narrar y refugiado debajo de este cielo gris que cubre la ciudad preludiando el otoño, quiero dedicar esta columna a dos valientes (el espacio impide hablar de otros más, también valientes) que el viernes pasado sufrieron durísimos percances en plazas de España y Francia.

Me refiero al matador de toros Paco Ureña y al novillero mexicano Diego San Román.

Comencemos por Paco Ureña. El viernes 14 de septiembre, al inicio de la lidia del cuarto toro de la ganadería Alcurrucén, de nombre “Clarinete”, en la plaza de toros de Albacete, España, Ureña lo recibió con el capote para pegarle una verónica más, de espaldas a tablas. Como en ese lance el torero llevaba las manos y la cabeza por lo bajo, al pasar el toro por el sitio del torero hizo un derrote de puntería tan certera, que el pitón derecho del toro se insertó en el ojo izquierdo del torero.

El torero valeroso, luego de brincar las tablas para ser atendido, pues había sufrido rotura en el globo ocular y lesiones importantes en el interior del ojo, decidió regresar al ruedo para concluir la faena con la muleta y dio muerte al toro. El público aplaudía absorto reconociendo su inmenso valor. Pronta recuperación para el gran torero Paco Ureña.

El mismo día 14 de septiembre, pero en la plaza de toros de Nimes, Francia, el novillero mexicano Diego San Román, que había estado de forma grande en su temporada por Europa, precisamente por su valor y por ponerse en los terrenos del toro en los que muy pocos se atreven, sufrió una cornada de dos trayectorias de 30 y 40 centímetros hacia la rodilla y en la cara posterior del muslo derecho, mientras hacía la faena al quinto novillo de la ganadería de Piedras Rojas. Esperamos también su pronta recuperación.

Para ser torero, además de cualidades, se requiere de valor, de mucho valor.

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