Policía metropolitana, más dudas que certezas
Se anuncia para agosto la creación de una Policía Metropolitana. Lo único seguro es que será un Organismo Público Descentralizado (OPD) con una junta de Gobierno en la que estarán los nueve alcaldes de la Zona Metropolitana y el gobernador, y que quien estará al frente será el ex secretario de seguridad de Nuevo León, el general Arturo González García. Todo lo demás, lo operativo y lo administrativo está en el limbo y se irá definiendo sobre la marcha.
Tener una policía metropolitana ha sido un anhelo de los últimos sexenios. Cuando en 2006 el PAN ganó toda la Zona Metropolitana intentaron un esquema de metropolización de la seguridad pública. Nunca se pusieron de acuerdo y a lo más que llegaron fue a pintar las patrullas del mismo color. En la elección intermedia el PRI les arrebató las alcaldías y rápidamente las pintó de rojo. Cuando el PRI ganó toda la Zona Metropolitana en 2012 arrancaron la llamada Fuerza Única Metropolitana que concentraba a los mejores elementos de cada corporación en una policía de reacción bajo un mando independiente de los comisarios de los municipios. En la elección de 2015 Movimiento Ciudadano arrasó en la Zona Metropolitana y borró de un plumazo el esfuerzo.
La creación de esta policía ha generado tensiones y desencuentros entre los alcaldes y el equipo del gobernador
Ahora MC tiene toda la Zona Metropolitana e intenta un nuevo esquema en el que hay tantas dudas que pareciera más un intento por ponerle palomita a una promesa de campaña que una verdadera estrategia de contención de la criminalidad. En el mejor de los casos, si todo sale bien, tardará por lo menos seis meses en convertirse en un cuerpo único, pero no está fácil y la hoja de ruta no parece estar tan clara. La creación de esta policía ha generado tensiones y desencuentros entre los alcaldes y el equipo del gobernador. No sin razón, algunos de los alcaldes metropolitanos han cuestionado la falta de claridad sobre todo en lo referente al manejo de los recursos. Incluso los regidores se quejan de que les están pidiendo que aprueben para la próxima semana algo que no conocen. A unos días de su entrada en funcionamiento no ha logrado convencer ni siquiera a todos los alcaldes; María Elena Limón de Tlaquepaque y Eduardo Cervantes Aguilar de Ixtlahuacán (único que no es de MC) han sido los más rejegos a aceptar el nuevo modelo pues consideran que administrativamente tiene más problemas que virtudes para sus municipios.
Más allá de los problemas concretos el tema de fondo es que el modelo que arrancará la próxima semana corre el mismo riesgo del de hace seis o doce años: nada asegura su continuidad después del 2021, pues estará a merced de los vaivenes políticos y electorales.
(diego.petersen@informador.com.mx)