Poliamor en México
¿A cuántas personas se puede amar a la vez? Todo depende. Hemos crecido en una sociedad donde histórica, cultural y hasta religiosamente se nos ha enseñado que las relaciones amorosas son y deben ser monógamas, con una sola pareja a la vez, desde el noviazgo hasta el matrimonio. Pero no significa que sea el único tipo de relación que exista… aunque pueda ser mal visto e, incluso, penado socialmente.
En México este año se permitió legalmente la primera relación poliamorosa: un hombre tramitó y le fue concedido un amparo para poder casarse con dos mujeres. Un juez federal en San Andrés Cholula, Puebla, determinó que no existía alguna razón constitucional para impedir que fuera reconocido el matrimonio o el concubinato entre más de dos personas. Es decir, abre la posibilidad legal del poliamor.
Se trata de un modelo totalmente contrario a la monogamia. El poliamor consiste en una relación amorosa y sexoafectiva donde están involucradas tres o más personas, de manera simultánea. Es una alternativa en la que -a diferencia de la infidelidad- todos los y las involucradas lo saben y lo consienten.
El hombre que obtuvo el amparo argumentó que su orientación sexual es el poliamor e impugnó los artículos 294 y 297 del Código Civil del Estado de Puebla, en los que se define legalmente lo que es el matrimonio y el concubinato. En ellos se señala el matrimonio como “contrato civil por el cual dos personas se unen voluntariamente en sociedad” y que el concubinato se basa en “la unión de hecho entre un solo hombre y una sola mujer”, sin que en alguno de estos artículos se prevea el poliamor.
El juez consideró que negarle la posibilidad de casarse con dos mujeres sería discriminarlo por su orientación sexual poliamorosa. Además de que ambos artículos reclamados por el quejoso excluyen, tácita e injustificadamente, a quienes tienen relaciones entre varias personas del mismo o de diferente sexo para tener acceso al matrimonio y al concubinato, privándolos del derecho a los beneficios asociados a estas figuras.
Cada quien puede tener su propia definición de lo que es el amor, cómo ama y cómo quiere ser amado, y este tipo de decisiones jurídicas visibiliza y reconoce que existen otras formas en que las personas adultas se relacionan afectiva o eróticamente.
Y más allá de la visión del amor romántico entre dos personas (o, incluso, de que la monogamia se cumpla o no), abrir la puerta a la legalización del poliamor en México plantea importantes retos: desde el acceso a derechos y obligaciones de todas y todos los involucrados hasta aquellos asuntos relacionados con la responsabilidad afectiva. (Existen países donde la poligamia es legalmente aceptada, aunque sólo se permite un hombre con varias mujeres, y no al revés).
Sin juzgar ni escandalizarnos, necesitamos ser conscientes de que aquellos temas que antes eran vedados, ya están llegando a niveles de reconocimiento jurídico; cada vez se hacen más evidentes las posturas referentes a la sexualidad, los vínculos amorosos, las relaciones abiertas, poliamorosas y más. ¿Será que estamos presenciando un lento, pero radical, cambio de los valores o principios que sentaron las bases de las sociedades como lo es el matrimonio? ¿O simplemente son expresiones minoritarias en una sociedad altamente heterogénea? Estemos atentos a todo lo que irá aconteciendo en los años venideros, no sólo con la idea de que el matrimonio es cosa de dos.
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