Polémico reforzamiento de Charros para Serie del Caribe
Tras los resultados obtenidos en la última edición de la Serie del Caribe, persiste la discusión sobre si el escuadrón representativo de nuestra nación debe ser, como ocurre en relación a los otros países competidores, el roster del equipo campeón en su campaña precedente con un reforzamiento para que pueda ser del máximo nivel de calidad y eficiencia, con el apoyo del presidente de La Liga Mexicana del Pacífico (LMP) para obtener el respaldo de los dirigentes de las otras organizaciones de la Liga y aporten sólo los refuerzos necesarios , al ser responsabilidad preeminente de los directivos del equipo campeón, o si en sentido diverso, el escuadrón debe ser una selección armada por el presidente de la LMP, otorgándosele preeminencia en la atribución y la consecuente responsabilidad, siendo su decisión lo relativo al mánager y al número de integrantes que del equipo campeón se convocan, dejándole a su potestad consultar a la directiva del conjunto recién coronado en razón de una tradicional cortesía, mas nunca una obligación.
En cuanto a la reciente edición 61 de la Serie del Caribe, desahogada en Panamá, el roster del equipo mexicano lo formaron 14 peloteros del campeón Charros de Jalisco, más tres de otros conjuntos que lo reforzaron en la Postemporada y 11 elementos provenientes de diversos equipos, debiendo advertirse que del listado originalmente dictado por el presidente de la LMP, Omar Canizales Soto, se debieron eliminar dos peloteros integrantes de los campeones albiazules que habiendo sido convocados no pudieron acudir por lesión y asunto médico familiar, por lo que fueron cubiertos por otros peloteros provenientes de diverso equipo, en vez de haber convocado para suplirlos a algunos de los que junto con ellos lograron el título reciente.
Si bien en la edición del serial ocurrida en Panamá hubo digna actuación del representativo mexicano, se esperaba un aún mejor desempeño.
Es así que en una opinión compartida por muchos aficionados, hubiere sido mejor permitir que Charros prevaleciera en amplia mayoría con sus peloteros con sólo algunos pocos refuerzos para fortalecer el cuerpo de lanzadores a fin de suplir a los dos estelares que no llegaron hasta la Serie Final de la LMP (Elián Leyva y Mike Broadway), y Chad Gaudin, quien tuvo un obstáculo emergente para viajar a Panamá, además de dos lanzadores que estarían por debajo de lo requerido para una justa internacional de tal envergadura (Manuel Flores y Jeff Ibarra) y el polémico toletero Japhet Amador, que pese a su poderío resultó poco útil, para lo cual habría bastado con cinco refuerzos, entre ellos tres que acudieron como Jake Sánchez, Fabián Anguamea y Edgar Torres, y otros dos que pudieron quizá ser Maikel Cleto y Arturo López o Yoanner Negrín, siendo claro que para subsanar la ausencia por lesión de José Manuel Rodríguez y por motivos del reglamento la de Henry Urrutia, sí fueron útiles los refuerzos Ramón Urías y Víctor Mendoza, pudiéndose haber omitido a otros.
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