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Pese a polémica, nuevas reglas arrojan balance positivo

Estando ya a más de la mitad del calendario ordinario correspondiente a la primera vuelta en esta campaña 2023 de las Grandes Ligas, es posible afirmar cuál ha sido el impacto real para efectos prácticos de la aplicación de las reglas más novedosas en el béisbol profesional jugándose en el mayor nivel global que son los circuitos de la gran carpa. 

Considerando que la intención al instaurar y desahogar la aplicación de normativas consistía en agilizar el desarrollo de los cotejos a efecto de ser menos largos para mayor atracción y mejor espectáculo, y sin dejar de mencionar que fueron los medios electrónicos de comunicación los que presionaron para que se realizaran los mencionados ajustes a fin de ofrecer mayor y mejor número de publicidad para incrementar los ingresos de los conjuntos, se puede asentar que sí ha funcionado.

En cuanto a la búsqueda de mayor  reducción del tiempo de los cotejos, destaca la regla del acotamiento del tiempo muerto para lanzadores y bateadores al momento de interactuar, resaltando que no ha sido muy fácil adaptarse a ello para los pitchers, aunque poco a poco se están aclimatando al ajuste y en efecto ello ha resultado en la agilización del juego y que se torne más dinámico y si es benéfico. 

La polémica sigue en torno a la prohibición de establecer formaciones defensivas especiales para tratar de contener a algunos bateadores acorde al conocimiento que de la forma de batear se tiene según estadísticas -la famosa sabermetría- dado que no se advierte cómo el haber vetado esta práctica esté impactando necesariamente en la duración del cotejo y persiste el reclamo sobre la permanencia de esta limitación insistiéndose en que debe derogarse para volverse a permitir que haya libertad de los managers acomodar a su criterio a su defensiva, y esta polémica se inserta en el reclamo de expertos y de aficionados puristas que acusan se está atacando al béisbol con pretexto de dinamizarle, con medidas que atentan contra la naturaleza del juego de pelota y que no ayudan a reducir la duración de encuentros y van en contra del espíritu y la tradición beisbolera. 

Otro asunto que genera voces en pro y en contra es que se obligue a los managers y por ende a los de pitcheo a que todo lanzador deba activar a cuando menos 3 bateadores, yendo esto  en contra de una tradición de permitirle al cuerpo técnico administrar su bulpén, tener peloteros situacionales para defender de los disparos, es decir, tener a especialmente a pitchers zurdos que eran llamados a atender el turno al bat de un bateador al que podían dominar con las estadísticas y después regresarlo al bulpén para continuar con otro serpentinero de diversas características.

El incremento del tamaño de las bases ha sido bien aceptado porque genera menor duda en las jugadas de apreciación que se revisan; en cuanto a su resultado otorga más dinamismo al juego ofensivo y exige mejor desempeño a la defensiva haciendo más espectacular el juego de pelota aunque también debería de considerarse la revisión del tamaño del home y el avanzar definitivamente hacia una forma más tangible de valoración de la zona de strike que todavía sigue dejándose al criterio del umpire suscitando polémica. 

Y lo que también queda a discusión es la regla de iniciar los extra innings con un corredor en segunda base que para muchos atenta contra la naturaleza del cotejo habiendo otras formas menos lesivas de implementar novedades que traigan como resultado disminuir el tiempo de duración de los cotejos entre otras la de evitar el número de faules que cuando el bateador está ya con dos strikes y actualmente puede batear de faul cuantas veces sea factible sin que se le cante el ponche y el planteamiento es que el número se acote a uno entre 6 y 10 faules y a partir de ahí puede cantarse el tercer strike para que sea terminado el ponche después de dos strikes y número de faules mencionado. 

Finalmente existe el planteamiento de modificar un poco la dimensión de espacio de fair-ball es decir, incrementar el espacio donde la pelota puede picar y ser considerada en juego para darle mayor agilidad al proceso polémico, pero creo que sí vendría a apoyar y generar mayor espectáculo.

En fin, en relación con todo esto habrá que seguir valorándolo, de entrada, el balance es más positivo que negativo.

Bambinazos61@gmail.com

@salvadorcosio1

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