Pensiones a la narrativa morenista
Con 252 votos a favor de Morena y sus aliados, 212 en contra del bloque opositor que anunció que combatirá la reforma en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y cuatro abstenciones, ayer en el pleno de la Cámara de Diputados se aprobó finalmente la creación de un nuevo Fondo de Pensiones “para el Bienestar”.
Aunque las y los diputados de oposición pidieron reservar 230 artículos de esa reforma para su discusión en lo particular, desde la tarde de ayer se preveía que con esa votación la mayoría legislativa oficialista le daría la vuelta a esta revisión para concretar esa reforma a la Ley de Pensiones.
Como se sabe, el miércoles pasado legisladores y legisladoras opositoras denunciaron que el dictamen aprobado en comisiones el lunes 15 de abril de esta reforma fue publicado en la Gaceta Parlamentaria con al menos 12 modificaciones que no habían sido discutidas. Además de aumentar las desconfianzas y suspicacias en la implementación de este nuevo fondo de pensiones, cuyo componente principal de arranque serán 40 mil millones de pesos que se tomarán de cuentas inactivas de las Afores de mayores de 70 años afiliados al IMSS y de 75 del ISSSTE, la alteración del documento provocó la suspensión de la discusión hasta ayer lunes. Tanto en la Cámara de Diputados como la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, aceptaron los señalamientos y justificaron que se trató de un error al enviar otro dictamen a la Gaceta.
Lo cierto es que este episodio sólo confirmó la inercia mantenida a lo largo del Gobierno de la autollamada cuarta transformación en el sentido de atender las instrucciones que les llegan desde Palacio Nacional para tratar de que pasen las reformas que les envía el Presidente Andrés Manuel López Obrador sin cambiar “una coma”, pese a que ello implique violaciones graves al proceso legislativo, que por fortuna esta vez sí se revirtieron.
Seguramente, la corrección al dictamen publicado en la Gaceta se debió a que de lo contrario, esa violación flagrante al proceso legislativo daría todos los elementos para que en la Corte echarán abajo esta reforma al Fondo de Pensiones, como pasó, por ejemplo, con el intento de reformas a la Ley Electoral que se intentaron desde el 2022.
Habrá que ver, pues, qué pasa con las impugnaciones en la Corte, pero por lo pronto el Presidente ya podrá sumar a su narrativa de los programas sociales y el aumento histórico a los salarios mínimos, una reforma para que ningún mexicano reciba una pensión menor a los 16 mil 700 pesos, que según sus cálculos, beneficiará en los próximos años a 45 millones de trabajadores, sin tener claridad de dónde seguirán saliendo los fondos para hacerlo viable en el largo plazo.
Nada mal para la causa morenista en año electoral.
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