Paz y amor en la pareja
Queremos que se haga una prolongada tregua en los conflictos de pareja, y se guarde el arsenal de violencia que cada uno tiene como seguro recurso.
Ya hemos hecho notar que al igual hombres y mujeres cuentan con semillas de odio, venganza, agresión y violencia de diversos tipos. No echemos la culpa uno al otro, ni salgamos con el estribillo de “tu empezaste primero”.
Tanto es responsable el uno como el otro, para pelear se necesitan de dos voluntades. Los motivos y razones son tan enormes, que siempre se puede justificar el desquitarse y hacerle daño a la pareja.
La guerra entre los esposos es una realidad, y eso que deseamos vivir en un mundo sin violencia ni más guerras tan espantosas como las que vivimos en el siglo pasado.
Una de las causas más comunes de la agresividad es la frustración y el miedo, la primera porque es la consecuencia de la insoportable sensación de no lograr lo que se quiere, y en términos humanos equivale a no conseguir que tu pareja se someta a tu voluntad, caprichos, mandatos y expectativas. Querer dominar y controlar es una necia insistencia por dejar que el ego domine tu voluntad, y en consecuencia tus acciones, y no seas capaz de respetar y dejar en libertad a quien se dice amar: “El amor os hará libres”.
La paz también resulta de ya no querer invadir y conquistar a los demás, implica hacer el bien a tu prójimo y no perjudicar en nada la libertad y opinión de tus vecin@s.
Un recurso indispensable es vivir en un estado de ecuanimidad, que regularmente se considera un estado de estabilidad psicológica en la que tus emociones, o las de los demás, no te hacen perder el dominio de ti mismo y caer en el dolor o el sufrimiento. O desde luego en el miedo y la violencia.
Querer dominar y controlar es una necia insistencia por dejar que el ego domine tu voluntad, y en consecuencia tus acciones
La vida misma tiene sus propios sistemas de justicia, y casi siempre acabas pagando todos los daños y ofensas que has provocado en los demás, especialmente con aquellos que se supone debes de amar: “cosechas lo que siembras”.
Así que estás a tiempo de corregir tus actitudes y acciones. Es tiempo de tratar mejor a las personas que están a tu lado, al hacerl@s sentir bien, también tiene una gran recompensa y tu mism@ acabarás sintiéndote mejor. Trata de dominarte y no causar ningún daño a nadie. Verás que maravilla es vivir así. Date la oportunidad.
Feliz año.