Pagar la deuda a ejidatarios
Olvidando viejos reclamos al Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), el gobernador Enrique Alfaro Ramírez celebró con entusiasmo el anuncio de los directivos de ese corporativo, al prometer una inversión de 25 mil millones de pesos (MDP) en cinco años para la expansión de doce aeropuertos que el GAP tiene en el país.
La mayor inversión será en Jalisco con 16 mil mdp: 12 mil mdp para el aeropuerto de Guadalajara y 4 mil mdp para renovar y ampliar el aeropuerto internacional de Puerto Vallarta.
Enrique Alfaro fue pródigo en elogios para los directivos del GAP y calificó el anuncio del 5 de febrero como “uno de los eventos más trascendentes en muchos años para nuestro estado”.
Así lo dijo: “Quiero decirlo, porque estoy convencido de ello, que estamos siendo testigos quienes hoy estamos en Expo Guadalajara, de uno de los eventos más trascendentes en muchos años para nuestro estado. Gracias a Laura Diez Barroso por creer en Jalisco, por creer en Guadalajara, y por tener este gesto con nuestro estado, que valoramos enormemente”, sostuvo el mandatario jalisciense.
Y al prodigar elogios, el gobernador guardó en el baúl del olvido los reclamos que, como alcalde de Tlajomulco, hizo al Grupo Aeroportuario del Pacífico por no pagar impuesto predial y otros derechos municipales.
Con la inversión anunciada por el GAP pretenden renovar y expandir el aeropuerto internacional Miguel Hidalgo de Guadalajara: construirá una nueva terminal aérea de 100 mil metros cuadrados, 18 puertas adicionales, un hotel de 180 habitaciones y 170 mil metros cuadrados adicionales de estacionamiento.
El asunto es que las tierras donde el GAP pretende crecer el aeropuerto de Guadalajara, corresponden al ejido El Zapote, afirmó Nicolás Vega, vocero de los ejidatarios. El presidente del GAP, Raúl Revuelta Musalem, dijo la semana pasada que no la expansión no será sobre tierras del ejido El Zapote y declaró que ya compraron tierras para la construcción de la segunda pista al ejido de Santa Cruz del Valle.
Pero los ejidatarios de El Zapote sostienen que no es así. El crecimiento del aeropuerto y obras adicionales anunciadas por el GAP se llevaría a cabo en 80 por ciento de tierras de los ejidatarios.
De hecho, es sobre sembradíos que durante décadas cultivaron los ejidatarios de El Zapote, sobre las que ahora el GAP cosecha grandes ganancias. De los doce aeropuertos que les dieron en concesión en 1998, el de Guadalajara es la joya de la corona, es el que más ganancias les deja.
Es reprochable que los empresarios del GAP no hayan considerado siquiera poner fin al litigio que mantienen con los ejidatarios ahora que anuncian un nuevo ciclo de inversión. El GAP se lava las manos y dice que el litigio es entre el Gobierno federal y los ejidatarios.
Y en efecto. El Gobierno federal expropió 307 hectáreas al ejido El Zapote en 1975 para la expansión del aeropuerto de Guadalajara. En 1998 el Gobierno federal (en la ola privatizadora neoliberal) concesionó al GAP el aeropuerto tapatío por 50 años, prorrogables a otros 50 años. Es decir, este poderoso grupo empresarial explotará comercialmente un negocio tan jugoso como es el aeropuerto de Guadalajara y no consideran en justicia pagar indemnizaciones justas a los ejidatarios.
Un evalúo encargado por los propios ejidatarios, elevaba a 2,600 MDP la indemnización. Un avalúo encargado por un juez que lleva la causa determinó un pago de 1,317 millones de pesos. La mitad del anterior. Los ejidatarios están dispuestos a llegar a un convenio por esa cantidad.
El GAP tiene recursos de sobra para pagar esa indemnización. En 2018 tuvo ingresos por 14,222 MDP, de los cuales 9,499 MDP fueron por servicios aeronáuticos y 3,183 MDP por servicios no aeronáuticos, esto es por la explotación comercial, renta y otros servicios de las terminales aéreas. Sólo por los ingresos de la explotación de las terminales, el GAP podría pagar la indemnización que piden los ejidatarios de El Zapote. En justicia, debe hacerlo.