Otra vez se saltan a Lomelí
Tras la reunión entre Alfonso Durazo y Enrique Alfaro, ahora será el alcalde de Zapopan quien se acerque al Gobierno federal.
Pablo Lemus adelantó que este jueves será recibido por Alfonso Romo, futuro jefe de la Oficina de Presidencia.
El encuentro es para detallarle su propuesta de cándido soñador o de estadista, usted elija, de mudar la sede nacional de Conacyt a la Villa Panamericana.
Todo indica que el alcalde zapopano también está buscando trato “sin intermediarios” con el Gobierno federal.
Y ante esto, nos preguntamos, ¿alguien se acuerda de Carlos Lomelí?
Parece que luego de sus salidas al ruedo mediático, matador, le metieron freno de mano. Mejor así porque un taco de lengua más y se iba a intoxicar.
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No deja de llamar la atención que uno de nuestros diputados más escandalosos -en el buen, mal y hasta bufonesco sentido del término- vaya a lograr una reforma, precisamente, contra el ruido.
Augusto Valencia, diputado emecista del Legislativo local, presumió que esta semana podría ver la luz su Ley Antirruido que logró unir a los restauranteros, pero en su contra.
Si las mesas de diálogo de Valencia dieron resultado y el pleno del Congreso le avala la medida, sólo le restará una última aduana: el gobernador, aficionado a vetar las propuestas de Augusto.
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Enrique Alfaro se reunió ahora con Gerardo de la Cruz, nuestro “sar” anticorrupción -con “s” de sarape de Pátzcuaro porque para zar le falta presupuesto-.
La promesa de Alfaro al titular de la Fiscalía Anticorrupción fue darle todo su respaldo para que sea autónomo y tenga recursos. ¿O la promesa fue darle recursos para que tenga que conseguir su autonomía y así don Gera lo respalde?
Mejor citamos al próximo góber. Alfaro refrendó al fiscal su “compromiso de respeto absoluto a su autonomía y todo mi respaldo para que tenga lo necesario para cumplir con su función”.
Así está mejor. Para que no se preste a confusión.