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Osorio y el futuro que se esfumó

El derrotado se va al Senado. Miguel Ángel Osorio Chong fue siempre el favorito de las encuestas, pero no del Presidente que al final terminó siendo fiel a su proyecto de país.

Peña Nieto sustentó su gobierno en dos grandes pilares a quienes les dio poder de decisión y preponderancia sobre el resto del gabinete: Videgaray desde Hacienda y Osorio Chong desde Gobernación. Videgaray debía encargarse de todas las reformas económicas y de hacer crecer la economía del país; logró lo primero y fracasó en lo segundo. Osorio tenía el encargo de lograr los votos para las reformas y pacificar al país; también hizo muy bien lo primero, él fue el gran artífice del Pacto por México, y fracasó rotundamente en lo segundo.

Si alguien es responsable en el gabinete de Peña Nieto de la falta de una política de seguridad es Osorio Chong. Fue en gran medida un error de diagnóstico: pensaron que se encontrarían el mismo esquema de crimen organizado que había dejado el PRI 12 años antes y que podrían administrarlo. Lo primero que hicieron, y lo hicieron bien, fue sacar la seguridad del discurso del Presidente y de las primeras planas de los diarios. Pero en realidad la tendencia a la baja en el índice de muertes violentas que se vio en los primeros años del sexenio venía ya desde los dos últimos años de Calderón. El pico, alcanzado en el verano de 2011 comienza a descender en el segundo semestre de ese año y se mantiene a la baja durante tres años, uno de Calderón y dos de Peña. Pensaron que su presencia bastaba para reducir el crimen; no hicieron nada. El rebote vino en 2015 y salió completamente de control el año pasado, justo en el momento de la decisión de la candidatura del PRI.

Meterse a fondo y en serio a combatir la violencia implicaba desgaste político; echarse al hombro el problema le iba a generar roces con los gobernadores y mala prensa

¿Por qué Osorio Chong nunca fue capaz de articular una política coherente en materia de seguridad? Entre otras cosas por cuidar la candidatura que nunca obtuvo. Meterse a fondo y en serio a combatir la violencia implicaba desgaste político; echarse al hombro el problema le iba a generar roces con los gobernadores y mala prensa. A la postre mantuvo la popularidad, pero perdió la carrera. En contraste, Luis Videgaray tomó decisiones, buenas o malas, algunas muy controvertidas y se desgastó políticamente. Perdió la candidatura, pero la ganó para uno de los suyos.

Osorio Chong es el secretario de Gobernación que más ha durado desde Moya Palencia (1970-76) en el sexenio de Echeverría. De entonces para acá los secretarios de Gobernación han sido el fusible. Osorio no lo fue, no quiso serlo. Cuidó tanto su presente que perdió el futuro.
 

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