Tokio 2020

Ideas

Olímpicos en la 4T

Inevitablemente, el resultado de la participación de la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Tokio habrá de convertirse en un asunto político que capitalizarán los adversarios de la 4T, que no son pocos.

A eso le ha “tirado” el presidente López Obrador, a dividir y polarizar, y además ha abonado para que así sea.

Lo que el presidente ha hecho en materia deportiva es como si alguien arrojara un buen y jugoso bistec crudo a un tigre hambriento: un auténtico manjar.

Y máxime cuando se perfilan unos resultados muy pobres (por no decir “desastrosos”) en que se conseguirán muy pocas medallas en apenas algunas competencias.

Y aunque hay factores de peso que han complicado la preparación de nuestros atletas, como la pandemia por el coronavirus, las medidas en materia de deporte tomadas en el actual gobierno han sido muy perjudiciales.

Para empezar, le desaparición de los fideicomisos, entre los que se encontraba el que apoyaba a los atletas, creó un mar de confusión y opacidad respecto a cuánto se ha asignado, a quién y cómo.

Entre los mismos atletas, de todas las disciplinas, se propagó la incertidumbre y varios incluso levantaron la voz en medios de comunicación en lo que parece un justo reclamo.

Independiente de las corruptelas con que se manejaron los recursos para estos aspirantes olímpicos en los gobiernos anteriores, en éste todo apunta a que a muchos de ellos se les dejó en el desamparo o bien recibieron el apoyo tarde y escaso.

El otro agravante en contra de López Obrador fue el nombramiento de Ana Gabriela Guevara al frente del deporte mexicano.

Si bien existía un enorme reconocimiento a la sonorense por lo que fue su excepcional carrera deportiva, rápidamente empezaron surgir sospechas de malos manejos administrativos (algunos incluso fundamentados), lo que derivó en que emergiera el carácter violento y poco tolerante de Ana Gabriela enfrentándose a varios deportistas tanto consagrados como aspirantes, enfrentamientos que continúan hoy en día en plenos juegos.

Y respecto a estas sospechas también pesa que jamás fueron si quiera cuestionadas por el presidente, a pesar de su discurso moralista contra la corrupción.

Al final de la justa, cuando en el ánimo popular pese la cifra de tan magros resultados conseguidos por los atletas mexicanos en Tokio, inevitablemente las miradas voltearán hacia la 4T, específicamente hacia Ana Gabriela y López Obrador.

Y los adversarios encontrarán argumentos para sumarse en una cargada contra el presidente pero con un trasfondo eminentemente emocional, como es el golpe a la autoestima por haber quedado tan limitados como país en los Olímpicos.

El jugoso bistec para el tigre hambriento.

Y ahí si no habrá ni como ayudarles.

Será un duro golpe.

platapi@hotmail.com
 

Síguenos en

Temas

Sigue navegando