Ideas

Nuevo polígono de impunidad

En varias ocasiones me he referido aquí a los polígonos de impunidad que operan en distintos puntos del Área Metropolitana de Guadalajara, sin que autoridad municipal, estatal o federal puedan erradicarlos.

El Mercado Libertad, mejor conocido como San Juan de Dios, que es el paraíso de la piratería; la zona de 5 de Febrero donde nadie ha podido poner fin a la venta de autopartes robadas; o el barrio de El Santuario donde reina la venta de medicina robada, apócrifa o caduca son espacios en los que todos los días se violenta la Ley sin que exista autoridad alguna que la haga respetar.

Lo dicho, en todos estos puntos la cultura de la ilegalidad y de la complicidad gobierno-delincuencial está arraigada. Se han realizado infinidad de operativos policiales que son sólo llamarada de petate. Más tardan en irse los uniformados, cuando la venta ilegal de productos se reactiva.

La mala noticia es que este fin de año habrá que sumar otro polígono de impunidad, que al igual que los anteriores tienen años operando a unas cuantas cuadras de las sedes del poder municipal, estatal y federal, sus corporaciones policiales y hasta del Poder Legislativo y Judicial.

Se trata de toda una red de cobro de piso que grupos delincuenciales están haciendo a locatarios de las pequeñas plazas comerciales que trabajan en el primer cuadro de la capital jalisciense, y que han intensificado sus extorsiones en los últimos tres meses, sin que sus denuncias ante la fiscalía hayan servido para detener esta ola de cobros delictivos.

Muchos locatarios han preferido, de plano, abandonar sus locales, ya que han conocido de casos del amedrentamiento que gente armada despliega a quienes se niegan a pagar.

“Les puedo asegurar que las amenazas, reuniones, etc. son a la vista de todos, en el día. Me da bastante coraje que a dos calles de Palacio Municipal esté sucediendo algo así”, escribió en una comunicación a esta columna uno de los afectados.

Todo un reto, pues, para las autoridades de los tres niveles de gobierno que están arrancando sus administraciones, con la promesa de cumplir su obligación constitucional de garantizar la seguridad a los ciudadanos. Hay mucho por hacer en San Juan de Dios, En el barrio de El Santuario, en la 5 de Febrero y ahora en las plazas comerciales del centro tapatío.

P.D. Deseo estimados lectores y lectoras que tengan una muy Feliz Navidad en compañía de todos los suyos y que el próximo año 2025 venga lleno de buenas noticias para ustedes y sus familias. Gracias por su compañía, y en especial por su solidaridad, en este año que me fue particularmente difícil. Tomo unos días de descanso y nos volvemos a encontrar aquí en las páginas de EL INFORMADOR el martes 14 de enero.

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