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Notre Dame: ¿en qué van las obras?

El 2 de febrero se reunieron por tercera vez los legisladores miembros de la Misión de Información Parlamentaria sobre la conservación y restauración de Notre Dame con el director de las obras, el General Jean-Louis Georgelin, antiguo Jefe de Estado Mayor. Ésa fue la última reunión antes de que la Misión presente su informe el 16 de febrero a la Comisión de Asuntos Culturales de la Asamblea. 

El General Georgelin puso al tanto a los legisladores de cómo han ido avanzando las obras en el curso del último año. A pesar de todas las vicisitudes (contaminación por plomo, tempestades, confinamiento sanitario, polémicas mediáticas), pudo terminarse a finales del verano la fase de aseguramiento y refuerzo del edificio. Se habían destinado a esos trabajos 165 millones de euros, de los que se gastaron 151. El General se mostró satisfecho y consideró que si se sigue avanzando así, crece su confianza y determinación de que la catedral podrá reabrirse al culto y las visitas en 2024. 

Con rigor militar comenzó en los últimos meses la etapa de restauración, que comprende cinco grandes segmentos. El primero tiene que ver con toda la limpieza interior del edificio, el segundo será la reconstrucción de la aguja o flecha, de la bóveda derrumbada del crucero del transepto y del ático sobre ésta. Los otros trabajos tienen que ver con las instalaciones técnicas (cableado, redes), la renovación de la nave y el coro, y finalmente la restauración de los campanarios y de los accesos a las torres.

Entre las dificultades por venir, el General mencionó en particular el caso de la oposición al uso de plomo para la cubierta de la catedral

Entre las dificultades por venir, el General mencionó en particular el caso de la oposición al uso de plomo para la cubierta de la catedral. Recordó que la Comisión Nacional del Patrimonio y la Arquitectura decidió en julio de 2020 reconstruir Notre Dame de manera idéntica, y que eso supone utilizar el plomo por razones patrimoniales y técnicas vinculadas con la durabilidad, la maleabilidad y el peso de ese material. Subrayó Georgelin que el papel del equipo que él dirige es seguir esas instrucciones y garantizar que se controlen los riesgos ambientales y sanitarios. 

Otra de las grandes tareas del coordinador de los trabajos en Notre Dame es lograr que fluyan sin interrupción los materiales y se asegure su calidad, ya sea madera, piedra, equipo eléctrico o cualquier otro insumo necesario. 

Pero sobre todo debe haber concertación, dijo el General, pues la coherencia y el éxito de esa obra gigantesca y que todo el mundo observa, depende de las buenas relaciones y los acuerdos entre las distintas autoridades y demás actores de diversos niveles que intervienen, que van desde el Ayuntamiento de la ciudad hasta distintas ONG, pasando por la Diócesis de París, el Ministerio de Cultura, la Asamblea Nacional, los colegios profesionales y muchas otras instancias, sin olvidar los medios de comunicación, donde se han desencadenado encendidas polémicas acerca de la restauración de Notre Dame.
 

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