Noticias de Getafe
Si a usted como a mí le gusta el futbol seguramente le habrá llamado la atención lo que hizo en el último torneo español el Getafe. Un equipo muy menor, con poca capacidad económica (fue la cuarta plantilla menos costosa de la liga) y aún así hizo un torneo de maravilla. Terminó en la quinta posición de la tabla general, aseguró un lugar por primera vez en su historia para competir por la Copa Europea de Clubes, y se quedó a sólo dos puntos de alcanzar un lugar en la célebre Champions.
Y curiosamente, a diferencia de otros equipos “milagro” que han hecho torneos así de espectaculares, en la historia de cómo lo consiguió el Getafe hay mucho más que motivación y corazón, hay toda una metodología que tiene que ver con el Big Data (información, información, información…), su recopilación y su procesamiento para conseguir el rendimiento del equipo.
Algo muy similar a lo que ocurrió hace poco más de quince años con los Atléticos de Oakland del Beisbol profesional de Estados Unidos, que gracias a la compilación y procesamiento de estadísticas finas y su utilización por encima de la intuición o la experiencia del manager lograron colarse en la postemporada contra todo pronóstico. De hecho, la experiencia de Oakland inspiró la película Money Ball, protagonizada por Brad Pitt.
En el caso del Getafe detrás de su torneo están dos jóvenes innovadores, Tal Brown y Eyal Eliakim, surgidos de los servicios de inteligencia del famoso Mosad israelí
En el caso del Getafe detrás de su torneo están dos jóvenes innovadores, Tal Brown y Eyal Eliakim, surgidos de los servicios de inteligencia del famoso Mosad israelí, pero de la formidable área de informática que gracias a datos y su procesamiento son capaces de predecir los movimientos más finos de los países que rodean a Israel, y detectar con suficiente antelación peligros inminentes.
Estos dos hombres decidieron enfocar toda esa experiencia en inteligencia digital y la pusieron al servicio del futbol: del Getafe. Ya llevan trabajando con ellos dos años. El primero fue de prueba y error, de pulir la información con base en lo que ocurría en el día a día, pero el segundo fue éste, donde el equipo se convirtió en la “joyita” del torneo español.
Partiendo de la base de que por presupuesto el equipo no podría hacer ni tantas ni tan notables contrataciones de jugadores estrella, le apostaron a optimizar el rendimiento físico de una plantilla reducida, con poca experiencia en los grandes torneos, pero con muchísima información sobre ellos (Big Data), de cada movimiento y del comportamiento de los jugadores; el seguimiento preciso del funcionar físico con el objetivo de reducir lesiones.
Mediante un historial detallado y los chalecos digitales que utilizan ya todos los jugadores durante los partidos y los entrenamientos estuvieron recibiendo información de cómo se comportaba cada músculo, su rendimiento y fatiga, e incluso son capaces de detectar si un jugador se desveló la noche anterior, aunque él lo niegue.
El resultado ahí está; el Getafe tuvo durante todo el año apenas ocho lesiones, mientras que equipos como Real Madrid o Atlético de Madrid rondaron las 30. El cuadro rindió, hizo una temporada histórica, y probablemente el año próximo sea mejor.
Una gran lección para aplicar en todos los rubros, si no hay suficientes recursos para hacer las contrataciones espectaculares entonces responder y hacerlo con la innovación. Es mucho más económica, está a la mano de todos, y sólo es cuestión de saber utilizarla.