Notarios de Jalisco: ¿El fin de una casta?
Desde siempre los notarios de Jalisco se han manejado como una casta a la que sólo se accede por herencia o por cuates o cuotas de la élite política y gobernante.
El opaco proceder del Colegio de Notarios, siempre ligado al Gobierno en turno, en lo que toca al nombramiento de nuevos fedatarios, ha logrado normalizar, en detrimento de la comunidad, este tráfico de influencias que cierra las posibilidades para muchos y muchas que tienen la reputación, los méritos y el conocimiento para ser notarios, pero que no tienen las palancas o padrinazgos de los que sí lo logran.
Y es que aunque con periodicidad el Gobierno estatal, instancia que autoriza el famoso Fiat que permite el ejercicio profesional como Notario Público, emite convocatorias en el “Periódico Oficial El Estado de Jalisco” en las que se asegura que las notarías vacantes o de nueva creación se asignaran a los que obtengan sólo calificaciones arriba de los 80 puntos y a los mejores evaluados por exámenes de oposición, lo cierto es que sus procedimientos son muy poco transparentes y quienes aplican no pueden pedir revisión de examen si no tramitan un amparo que obligue al Colegio de Notarios a hacerlo.
De hecho en la edición del pasado jueves 15 de junio en el Periódico Oficial se da cuenta de las vacantes y las convocatorias para ocupar notarías públicas de municipios del interior del Estado como Ameca, Atotonilco, Autlán, Chapala, Cihuatlán, Cocula, El Salto, Ixtlahuacán del Río, Lagos de Moreno, Magdalena, Mascota, Puerto Vallarta, Sayula, Tamazula, Tepatitlán, Tequila, Zapotiltic y Zapotlán.
Lo cierto es que por la opacidad en la que se dan estas evaluaciones, muchos dudan que los Fiat se otorguen a los mejores perfiles, y que más bien con ellos se pagan favores políticos desde el poder y se privilegia a los familiares de los grupos de notarios que controlan el Colegio. Es decir, que como muchas otras designaciones públicas, las convocatorias son una simulación y las notarías públicas en juego están previamente repartidas. De paridad de género ni hablamos. Hay en Jalisco 263 notarios y sólo 28 notarias.
Todos estos secretos a voces se visibilizarán como nunca con el caso de María Guadalupe Sánchez González, que como lo expuso en un desplegado y varias entrevistas en distintos medios la semana pasada, luego de cinco años de litigios, logró que la Justicia Federal obligara al Colegio de Notarios a revisar su examen en el que presuntamente no había alcanzado calificación aprobatoria y con ello graves irregularidades, como la mutilación de su prueba, que deberá sacudir y provocar reformas para sacar al mundo notarial de su lógica patrimonialista y lograr su modernización.
Con la lucha de María Guadalupe por sus derechos y todo el cisma que va a provocar en el Colegio de Notarios y su relación con el Gobierno continuamos mañana.