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No voy en tren, voy en monopatín

Hace días hice mi primer viaje en monopatín eléctrico. Me lo prestó una amiga. Salí de mi departamento, lo metí al elevador, lo desdoblé en la entrada del edificio y lo eché a andar. Le di por la ciclovía, crucé una avenida, rodeé una alcantarilla, esquivé un bache y llegué en minutos a mi curso de gastronomía. 

Confieso que tenía dudas. ¿Puedo circular por la ciclovía? ¿Hasta cuánto puedo acelerar? ¿Y si me subo poquito a la banqueta? ¿Tengo derecho a circular en medio del carril derecho como una bicicleta? ¿Debo usar casco? ¿Cuántos accidentes de scooters hubo el último año? ¿Son peligrosos? ¿Es bueno o malo para la movilidad? ¿Cómo se clasifican estos vehículos? Un momento, ¿existen en la ley? Y finalmente, ¿me veré ridículo? 

Cada vez circulan más monopatines eléctricos o scooters en la ciudad. Los veo en todos lados. Desde hace un tiempo son comunes, pero noté un claro aumento el último año. Me di a la tarea de investigar. Hablé con un par de especialistas y consulté la Ley de Movilidad y los reglamentos municipales. Hay buenas noticias. 

La Ley de Movilidad estatal los cataloga como parte de la “movilidad activa o no motorizada”. En este grupo entran las bicicletas y otros vehículos recreativos como los monopatines incluidos “aquellos asistidos por motor de baja potencia no susceptible de alcanzar velocidades mayores a 25 kilómetros por hora”. Ojo: 25 km/h es la velocidad máxima para circular. 

Como parte de la movilidad activa tienen los mismos derechos y obligaciones que una bicicleta. Sí pueden circular por la ciclovía. También tienen derecho a avanzar por el centro del carril derecho (esto no lo recomiendo por seguridad). Asimismo tienen prohibido subirse a la banqueta (ni poquito), ir en sentido contrario o ignorar la luz roja del semáforo. No es obligatorio usar casco porque, me dijo un especialista, la sobrerregulación desincentiva el uso deseable de este tipo de movilidad emergente (sobre todo en mujeres que son las más beneficiadas de estos vehículos).  

Hay más buenas noticias. La ley te permite subir tu scooter al Tren Ligero o a un camión del transporte público. Sólo debe ir dobladito. Pesan entre 10 y 13 kilos. Eso los convierte en opciones ideales para viajes intermodales. Y naturalmente no puedes circular por Avenida López Mateos o Periférico (a menos que estés loco). 

Guadalajara no tiene reportes en 2023 de algún accidente mortal o con lesionados en donde se hubiera involucrado un scooter. El año pasado en el Área Metropolitana de Guadalajara murieron 17 ciclistas en siniestros viales. Parecería que un scooter es más seguro que una bicicleta aunque evitemos generalizar porque en este momento hay muchos menos monopatines eléctricos en circulación. 

Finalmente, creo que son caros. Los precios varían, pero en promedio rondan los cuatro a seis mil pesos. Puedes encontrar algunos hasta en 20 mil. La ventaja es que cada vez hay más oferta. En mi caso aún analizo si vale la pena la inversión según mis necesidades de movilidad. 

Por cierto, al llegar a mi clase, el chef me dijo que no podía entrar con mi monopatín eléctrico: “La cocina es sagrada”. Me sonrojó mi torpeza. Me sirvió, sin embargo, para no olvidar que, como para cualquier vehículo, hay reglas. 

jonathan.lomeli@informador.com.mx

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