No pasa nada
El cuerpo de Rafael Nadal continúa sufriendo y su retiro el día de ayer del Abierto Mexicano de Tenis sin ni siquiera haber recibido un revés duele en los corazones de los aficionados que buscaban poder ser testigos en vivo del talento del español.
Admito que para cualquier seguidor del deporte blanco la ausencia de Rafa se sentirá en el ambiente del torneo, pero pensar o sugerir que la competencia y expectativa se esfuma en el Puerto es un error.
Nadal asegura que sus intenciones de competir y conquistar el título en Acapulco fueron genuinas y de ninguna manera se propuso engañar a la audiencia, sentimiento que no tengo razón para dudar. La frecuencia y el nivel de competencia a la que se someten estos atletas tiene consecuencias, y si Rafa quiere permanecer en el circuito competitivo un par de años más necesita tomar su tiempo para que las heridas y su cuerpo respondan.
En su vigesimoquinto aniversario el cuadro masculino del torneo es más atractivo que nunca aún con la baja anticipada de Nadal. Los encabezados el día de hoy seguramente estarán dedicados al mallorquín, pero creo que la historia más interesante es la espectacular forma en la que jugadores poco conocidos se aseguraron de mandar a casa a rivales más establecidos.
El triunfo de Matthew Ebden sobre el actual campeón de Acapulco, Sam Querrey. En el partido más emocionante hasta el momento sobre las canchas mexicanas, el australiano despachó a Sam en tres parciales. Su siguiente batalla será contra el norteamericano Jared Donaldson, que buscará venganza para su compatriota el día de mañana.
La otra gran sorpresa dentro del cuadro masculino la protagonizó Denis Shapovalov, quien también en tres parciales terminó con las esperanzas de Kei Nishikori.
El torneo no ha decepcionado, por supuesto que pesa el retiro de Rafael, pero debemos reconocer que el mejor tenis del mundo, por lo menos en esta semana, se está jugando el Acapulco y esa es razón suficiente para seguir de cerca el torneo.
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