No es obra de la casualidad
Estados Unidos se proclamó tricampeón de la Liga de Naciones de la Concacaf, que cada quien le dé el valor que quiera a este torneo, al que por cierto en sus tres ediciones, todos los participantes han ido con sus mejores futbolistas, a diferencia de la Copa Oro.
Con su triunfo en Cowboys Stadium, el equipo de las Barras y las Estrellas extendió su “paternidad” sobre el Tri a 7 los partidos sin perder, dato que vaya usted a saber si tiene para ellos alguna relevancia.
El último triunfo de México sobre los estadounidenses fue en la Final de la Copa Oro de 2019; los entonces dirigidos por Gerardo Martino se impusieron 1-0 con gol de Jonathan Dos Santos.
Desde esa fecha Estados Unidos ganó la Final de la Liga de Naciones 2021 en Denver, la Final de la Copa Oro 2021 en Las Vegas, el partido del Octagonal de la Concacaf en Cincinnati, la Semifinal de la Liga de Naciones 2023, y la Final del domingo pasado. Y empataron en dos ocasiones: en el partido del Octagonal en el Estadio Azteca y en el partido amistoso de reciprocidad de la FMF con la US Soccer en Phoenix en abril del año pasado.
Estados Unidos se ha convertido en un espejo en el que de manera recurrente se mira el futbol mexicano.
Siendo que a ellos les somos indiferentes para su forma de trabajar sus procesos, ellos tienen sus objetivos, sus plazos y sus circunstancias, que son diferentes a como se trabaja en nuestro país.
Allá no van de la mano la Liga y la selección, salvo el portero Matt Turner, ningún otro elemento de Estados Unidos que milita en algún club europeo jugó en la MLS.
Las cosas no pasan nada más porque sí, lo que está pasando hoy en el balompié mexicano es la crónica de un desastre largamente anunciado. No se está en un bache, como dicen algunos, se está en un pozo muy profundo y aparentemente todavía en caída libre, porque no se ve cómo, por lo menos al mediano plazo, las cosas se puedan componer.
La ultima victoria del Tri sobre los gringos bien puede marcar el inicio del derrumbe estrepitoso que se ha tenido.
Parte del error es creer que la culpa es de una sola persona; Martino, Cocca, Jaime Lozano, Ochoa, Funes Mori, etc...
Si no se ve la luz al final del túnel es porque quienes verdaderamente mandan no tienen voluntad de cambiar las cosas.
Los problemas los conocemos todos, por eso después del fracaso en el Mundial de Qatar desde el 1 de diciembre de 2022, Yon de Luisa, Ordiales, Ares de Parga, Juan Carlos Rodríguez, Ivar Sisniega, Mikel Arriola han venido pregonando las bienaventuranzas de un mejor futbol mexicano, anunciando cambios y más cambios, reestructuras por aquí y por allá; a finales de marzo del 2024 ¿qué ha pasado? Nada, absolutamente nada, resultados de las proclamas de los leguleyos directivos: ninguno.
Para matizar la derrota ante EU se dijo que la cantidad de jugadores que tienen ellos jugando en Europa marca diferencias, y es cierto, pero ¿no se dijo que ya se había hablado con la Unión Europea para facilitar los trámites para que los jugadores mexicanos pudieran emigrar y que el objetivo sería la exportación? ¿Y qué ha pasado?, los clubes de la Liga MX están repatriando a varios de los que se fueron.
Entonces ¿a qué estamos jugando?
A que “la gallina de los huevos de oro, siga produciendo”.