Nayarit y Peraza: una superdelegación 4T que no se diluyó
Si algo hizo ruido durante el periodo de presidente electo y el arranque del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y creó tensión política con los gobiernos estatales, fue la creación de la figura de los súperdelegados de la 4T, que en su mayoría, como sucedió en Jalisco, recayeron en los excandidatos perdedores de Morena a las gubernaturas que estuvieron en juego antes y en la elección del 2018.
Los gobernadores los consideraban una amenaza al federalismo y como una sombra intervencionista del gobierno federal al papel de los ejecutivos estatales.
Sin embargo, el protagonismo que desde el gobierno morenista pretendían que alcanzaran estos representantes de la Federación en el estado nunca lo alcanzaron la mayoría de estos funcionarios, que no pudieron tomar las riendas de las delegaciones para depurarlas y se toparon con los conflictos internos y pugnas de poder al interior de Morena.
Un caso emblemático se dio aquí en Jalisco, con Carlos Lomelí Bolaños, excandidato a la gubernatura que tuvo que dejar el cargo acusado de conflicto de intereses por la propia Secretaría de la Función Pública del gobierno lópezobradorista por vender medicinas al sector público siendo funcionario.
Uno de los pocos, si no el único súperdelegado vigente y con un activismo e influencia creciente es el del estado vecino de Nayarit, Manuel Peraza Segovia, oriundo de aquella entidad, pero quien hizo su carrera de arquitectura en la Universidad de Guadalajara y gran parte de su trayectoria profesional en Jalisco. Fue de hecho el primer empresario que se sumó a la causa de López Obrador desde su primera campaña presidencial en el 2006 y su anfitrión y mecenas cada que realizaba giras por territorio jalisciense.
En los últimos meses ha incrementado su visibilidad con iniciativas como la creación de la Agencia de Cooperación para la Transformación, llamada Transformadora Nayarit, y el movimiento Todos Reactivamos Nayarit, con las que pretende articular a dependencias del gobierno federal con la iniciativa privada y la sociedad civil organizada para atraer proyectos estratégicos e inversiones, especialmente agropecuarios, que dinamicen la estancada y monopólica economía nayarita. Operador clave en estas iniciativas ha sido Roberto de Alba, ex líder de la CNC priista en Jalisco en el sexenio del gobernador Aristóteles Sandoval, quien además de ser el dirigente de la asociación civil Alianza Agroalimentaria es el presidente del Consejo Nacional Agropecuario capítulo Nayarit. El primer objetivo es impulsar la siembra de cacahuate y cacao para convertirse en proveedores de la empresa dulcera jalisciense Mazapanes de la Rosa, de Enrique Michel, así como la siembra de aguacate y la apertura de una cadena de comercios vecinales titulado “Súper Justo” para vender productos de la canasta básica adquiridos sin intermediarios, a un precio por debajo del que ofertan supermercados y tiendas de conveniencia.
El interés que han despertado estos proyectos y que han atraído inversión de empresarios nacionales y extranjeros ha colocado a Peraza Segovia en uno de los fuertes aspirantes a la gubernatura de Nayarit que estará en juego en el 2021 y en la que Morena lleva ventaja.
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