Murillo Karam quedará libre
Comencemos por el “evento histórico”, algo que casi es redundante en un sexenio como el de la 4T en el que prácticamente todo es histórico, sin precedentes, aunque parezca que hemos visto la misma película durante muchos años. El hecho es que por primera vez, un ex procurador general de la república ha sido detenido. Se trata de Jesús Murillo Karam, quien se desempeñó en el cargo durante una parte del sexenio de Enrique Peña Nieto. ¿El motivo mediáticamente conocido? Los 43 de Ayotzinapa.
Murillo Karam, todo un dinosaurio de la época de oro priista (comenzó a tener cargos públicos cuando alboreaba la década de los años 80 del siglo pasado), ha estado en casi todos los espacios posibles. Antes de ser procurador, fue gobernador de su natal Hidalgo, y también pasó por la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, el Congreso estatal de Hidalgo y claro, el gabinete del Gobierno federal.
Le tocó en suerte ser el responsable de la justicia federal cuando ocurrió, en septiembre de 2014, el evento que marco el desmoronamiento del sexenio de Peña Nieto: la desaparición de los 43 de Ayotzinapa. Dos frases marcaron su desempeño: “Ya estoy cansado” y “la verdad histórica”.
Por ambas fue duramente criticado. La opinión pública lo crucificó hasta que encontró la benevolencia presidencial y dejó la PGR para pasar luego a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
A poco de cumplirse ocho años de aquella tragedia, y justo después de que Alejandro Encinas (subsecretario de Derechos Humanos en la federación) presentó el informe preliminar del caso Ayotzinapa y declaró el “crimen de Estado” y la muerte de los 43 normalista, Murillo Karam fue detenido justo afuera de su casa. Cuando el responsable del operativo judicial le confesó que le daba pena, el ex procurador dijo con total tranquilidad, “esto no es de pena, esto es político”.
La Fiscalía General de la República actuó con tanta rapidez que sorprendió al país. Acusan a Murillo Karam de tres delitos: Tortura (a seis personas), desaparición forzada y obstrucción a la justicia.
Y sin que sea apuesta ni revelación del futuro, efectivamente, Jesús Murillo quedará libre.
De los tres delitos que se imputan, dos se habrían cometido cuando no figuraban en el Derecho Penal. Así que eventualmente aplicaría el principio de no retroactividad de la ley. Sus abogados se encargarán de exigirlo.
Por el tercer delito, si el juez considera que hay bases suficientes, se nutriría el juicio.
Falta todavía que los agentes federales del Ministerio Público hagan correctamente su trabajo, fundamenten las acusaciones, presenten las pruebas y convenzan a la justicia. En la comparecencia inicial, fueron tan ineficientes que el juez les llamó la atención y confesaron que no conocían a fondo el expediente.
Ahora bien, si nos atenemos a la acción judicial, el ex procurador saldría libre de inmediato, pero aunque lo nieguen, el tema está plagado de intereses políticos, de modo que Murillo será vinculado y empezará la batalla judicial durante al menos un año, hasta que al menos, haya pasado la elección de 2023, en el Estado de México.
Y es que el futuro inmediato de Murillo Karam también pasa por el tamiz electoral. Pero al final quedará libre y la muerte de los 43, impune.
Jorge Octavio Navarro
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