Mujeres políticas pelean paridad a medias
Escribo sobre este tema contra la tiranía de lo políticamente correcto de nuestra época que nos impone una doble moral e inhibe el debate.
Ayer remarqué la necesidad de crear reglas de paridad electoral para que una mujer gobierne Guadalajara el próximo año. Esto mientras el “Club de Toby” suelta la gubernatura, la cúspide del poder político en el Estado, cosa que no ocurrirá en 2024. Guadalajara ha sido la antesala de cuatro mandatarios estatales. Ya les toca a las mujeres.
Sin embargo, la unión y exigencia de la clase política conformada por mujeres se ha hecho notar sólo cuando se trata de pelear cargos y candidaturas. Es una lucha legítima y necesaria, sin duda, pero contrasta con la falta de sinergia y cohesión para defender en bloque otros temas que afectan a las mujeres y hombres que gobiernan o representan. En este último renglón, las mujeres replican la vieja política enana y patriarcal que actúa bajo parámetros de intereses partidistas, igual que los varones toda la vida.
Por ejemplo, la 63 Legislatura de Jalisco es histórica gracias a las reglas de paridad de la pasada elección. Por primera vez hay más mujeres que hombres: 24 diputadas y 14 diputados.
Sin embargo, esta es también la legislatura que renunció a ser un contrapeso del Ejecutivo estatal. La misma que aprobó sin mayor análisis el endeudamiento del Estado y las concesiones para construir la Línea 4 y la planta derivadora de El Ahogado.
La que votó un aumento presupuestal oneroso a los partidos políticos y la que avaló a un “fiscal carnal” tras la renuncia de Gerardo Octavio Solís.
La que reservó la sesión del desafuero del magistrado abusador José de Jesús Covarrubias igual que la comparecencia del fiscal por el caso Luz Raquel.
La que ha repartido cuotas y cuates en magistraturas y en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, anulada hoy como un elefante blanco.
En todos estos temas, con honrosas excepciones, el voto de las mujeres fue necesario y decisivo. De nada sirvió la Bancada de Mujeres que no logró cristalizar ni imponer una agenda feminista en el Congreso. No quisieron, no pudieron, no se los permitieron o simplemente pesó más el beneficio individual y de partido que el colectivo femenino.
Algo similar ocurrió con el Colectivo de Mujeres por la Paridad, conformado por políticas de oposición, que se organizó para defender la paridad electoral. Cuando dicen “ganamos”, ¿qué ganaron? Algo que beneficia individualmente sus aspiraciones políticas, ¿pero qué más han ganado juntas?
Ojalá estas diputadas, regidoras y dirigentes partidistas de Jalisco defiendan también en bloque otros temas urgentes sobre igualdad y violencia de género, así como defendieron su derecho a la participación política. La fiscalía especializada en feminicidios, el aborto legal, la violencia vicaria… temas hay.
La política desde las mujeres ha demostrado que sabe ser más incluyente y pluralista, que entiende y reproduce el poder de una forma distinta a los varones. Eso lo necesita Jalisco hoy más que nunca.
jonathan.lomeli@informador.com.mx