Ideas

Muerte y dudas en Bolaños

La confirmación ayer de la muerte de Yuniur Vázquez Rosalío, presidente municipal electo del municipio de Bolaños, y de Antonio Carrillo González, quien fue el coordinador de la campaña que hicieron bajo las siglas del partido Hagamos en el pasado proceso electoral, de los que no se sabía nada desde el sábado pasado, vuelve a provocar que volteemos la mirada nuevamente a la Región Norte de Jalisco, que ha estado por años bajo el dominio de los grupos de crimen organizado sin que ni la autoridad municipal, estatal o federal pueda recuperar ese territorio donde se asientan parte las comunidades wixárikas en el estado. 

Basta recordar los videos de mujeres de aquella zona pidiendo ayuda, no a las autoridades locales o federales, sino a los jefes de plaza del narco para acabar con la violencia y los abusos policiales en los municipios de aquella región.

También las denuncias del Cardenal y obispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, y del Obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, de los retenes delincuenciales que se instalan en las carreteras de aquella región, y que los han padecido en carne propia, así como el cobro de piso que deben pagar para que les permitan organizar las fiestas parroquiales. 

La presencia criminal y su poder corruptor y de fuego, se ha manifestado también en varios episodios de violencia política contra líderes indígenas, alcaldes y candidatos, como ocurrió en 2021 cuando desapareció el priista Álvaro Madera, luego de registrarse como candidato y del cual no se sabe aún nada de su paradero. 

Al alcalde electo y a su colaborador ya no se les localizó desde las 23 horas del sábado pasado cuando habían llegado a Colotlán, luego de haber acudido a la Ciudad de México a la Asamblea Nacional de los Pueblos Indígenas y Afroamericanos, de la que formaban parte.

Tanto el partido Hagamos como la Fiscalía del Estado informaron ayer que los cuerpos sin vida de Yuniur y Antonio, fueron encontrados en un vehículo desbarrancado en la carretera Villa Guerrero-Bolaños, en el tramo 701.

El contexto de violencia y dominio territorial del crimen organizado en aquella zona desde hace años, debe obligar a la Fiscalía a hacer los peritajes e investigaciones correspondientes que confirmen que la muerte se debió en realidad al accidente, para esclarecer plenamente el deceso de quien sería el alcalde de Bolaños a partir del primero de octubre y de su cercano colaborador. Más aún cuando fuentes policiales de la región hablan de claros actos de intimidación de las mafias que hubo contra candidatos y a la actual y saliente autoridad en ese municipio de la Zona Norte de Jalisco.

Síguenos en

Temas

Sigue navegando